Historia de una hotwife: El Inquilino
Fecha: 12/08/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos
... atónito, se encontraba sin camisa y con un short, le dije: que estabas haciendo con mi hija, desgraciado, desde cuando la frecuentas, estaba totalmente desquiciada llena de celos, no era yo, era una Puma reclamando su macho, exigiendo su puesto. –Tranquila, amor, tú eres especial, es cierto que me estoy cogiendo a tus hijas. Que, grite fuerte, -amor, ellas me buscaron, les guste, ellas también me gustan, vamos es algo normal- -no, replique- tu eres única, me doy cuenta, estas celosa, -no, cabron- claro que lo estas mami, ven pasa te voy a coger.
Me tomo de la cintura y comenzó a besarme, mientras su manos me dedeaban y después apretaban mis nalgas y senos, --mmm, comencé a gemir, era tal mi enojo, celos y excitación, que hicieron una mezcla diabólica, y termine cediendo, lo bese y me arrimaba a su cuerpo atlético, -muack-muack- esos besos estaban llenos de pasión, le comenzaba agarrar su miembro, metí mi mano en su short, y pude notar que aún estaba fresca la leche –cabron, mira, como estas- si amor, así me dejo Livia, deslechado pero ahorita me recupero. –desgraciado, estas mojado por mi hija, la tenías bien abierta de piernas- y me respondió: como sabes que estaba abierta, nos espiaste por la cámara mientras cogíamos- -no, dije con sobresalto- y el muy infeliz, llevando su mano en mi vagina, dijo: pues esto no dice lo mismo, parece que estás bastante mojadita por aquí abajo. Me decía pasando sus dedos por encima de mis bragas, yo estaba mojadísima, ya ves amor, también ...
... te éxito el verme follar a tu hija, no dije nada, y empezó a besarme el cuello, sus manos apretaban mi trasero y yo me sentía hipnotizada dejando que Dionisio se apoderara de mi cuerpo, en ese momento me dio la vuelta, puse mis manos sobre la encimera, él apretó fuertemente su cuerpo al mío, él pasaba sus manos por toda mi cintura y mis tetas.
-Dionisio, decia: ¡Ohhh que buena estás, joder! Dios como me pones. Mientras me besaba el cuello y el lóbulo de la oreja, sus manos no paraban, yo que no podía mover los brazos, me estremecía con los mordiscos que me daba en el cuello, echaba el culo hacia atrás, a la vez que inclinaba el cuerpo hacia delante, aquella tortura me hacía estremecer de gusto, notaba lo hinchada que tenía la verga, cada vez que echaba mi culo hacia atrás, era un lujo estar aprisionada por ese cuerpo atlético, sentir aquel abdomen marcado, esos pectorales definidos, yo ya estaba con una calentura y una tremenda excitación, sentía mis pezones duros, el muy cabrón viendo cómo me estremecía de gusto cada vez que me mordía el cuello, no dejó ni un momento de hacerlo, veía que aquello me hacía estremecer y gemir, retorciéndome de gusto, por lo que no tenía intención de parar, con mi culo pegado a su entrepierna. Enseguida volteo, quedamos de frente y nos besamos, yo estaba perdida, entregada y unas ganas de sexo enormes, no podía detener este deseo, le quité su short que parecía que iba a reventar con aquella verga erecta, Dionisio hizo un poco de fuerza en mis ...