Historia de una hotwife: El Inquilino
Fecha: 12/08/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos
... piel. No tenía fuerza en las piernas, las sentía entumidas, un calor en mi vagina me estaba avisando que venía un orgasmo que, sería. —¡Ah! ¡Ah! ¡Me voy a venir! ¡Ay que rico! ¡Que ricooo! ¡Ah! —Mis pezones rositas se me endurecieron más y se me alargaron como montañitas y tuve un orgasmo fenomenal. Soy multiorgásmica, es como tocar el cielo con las manos.
Enseguida, Dionisio, agarró una botella de lubricante y se lo puso en el miembro, se acercó y me lamió el ano de una forma deliciosa, para después lubricarme el culo con sus dedos aceitados, se me contraía el abdomen de la sensación tan excitante que me provocaba. Ese joven, se acomodó detrás de mí y colocó la punta de su verga en la entrada de mi ano. —¡Soy toda tuya papi, méteme la verga por el culo! Entonces él me tomó de la cintura muy fuerte y me jaló hacia atrás contra su verga, a la vez que de un solo empujón me penetró analmente hasta el fondo aventándome contra el tocador de su mueble, pude sentir la sensación de que una verga entrara por mi culo abriéndose paso en mi interior violentamente. Sentí una fuerte punzada, ese dolor desgarrador característico del sexo anal, cuando su verga topó en mi interior sentí que me rompía, fue tan excitante y doloroso a la vez. Dionisio, siguió penetrándome analmente muy duro, cada que me la metía sentía como topaba hasta el fondo, empujándome contra el tocador yo estaba llorando y gritando sin parar, gritaba tan fuerte y de forma desgarradora, con mi llanto ...
... entrecortado, mi corazón latía muy fuerte y sentía reventado el culo, me ardía mucho. Hasta que perdí las fuerzas, sentía que me desmayaba, mis piernas estaban entumidas no podía seguir de pie, estaba rendida con mis senos sobre el tocador.
En el espejo de aquel tocador, veía el reflejo de mi sufrimiento y gozo a la vez, Dionisio, estaba completamente rojo, sus venas parecían explotar, sus fuertes bíceps, me excitaban, que delicioso macho, me estaba cogiendo. Él continuó ensartándome su verga sin piedad, mientras yo le gritaba cachondamente. —¡Ay que rico papi! ¡Sí, méteme la verga bien duro! ¡Así, papi, así! ¡Más rápido! ¡Rómpeme mi culo! ¡Se siente rico papi! ¡Que rico! ¡Ay! ¡Así! ¡Aaay! Él lo hacía brutalmente me causaba dolor y yo lo gozaba, era un objeto de placer para él, con el que estaba satisfaciéndose como un animal. Sentí que me ardía el culo como si tuviera cortadas, sabía que ya estaba teniendo mi sangrado, pues me da una sensación de dolor y placer ya que la sangre me genera fricción y me arde, lo que me excitó más y le grité mientras gemía. —¡Ay papi que rico! ¡Así, me duele mucho! ¡Que rica verga mi cielo! ¡Desgárrame el culo! ¡Que rico me sangra el culo! ¡Sí! ¡Así! ¡Cógeme más profundo amor!
Continuamos con ese frenesí de lujuria, ya era de madrugada, estábamos bastantes irritados, pero aun con la lujuria al 100%, bebió la sangre de mi ano, y me beso, para después decirme, hicimos el beso negro y blanco, ya a tus 50 años, no podemos hacer el famoso beso rojo ...