1. Historia de una hotwife: El Inquilino


    Fecha: 12/08/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... ahogaba mis gemidos mordiendo una almohada y empecé a culear, el contacto se hizo más intenso, apretaba y relajaba mi culito para darle placer a esa barra de carne dura que me hacía tan feliz, el ritmo fue acelerando poco a poco, mis nalgas chocaban con su pelvis a toda velocidad, me susurraba mil obscenidades al oído, estaba en el séptimo cielo, apretaba las sábanas con mis puños y seguía mordiendo la almohada para ahogar mis gemidos, la cogida se prolongó mucho tiempo, nuestros cuerpos sudaban, en cada embestida mi coñito se restregaba contra las sábanas, hasta que ya no pude más y empecé a correrme, todo mi cuerpo temblaba, espasmos recorrían mi cuerpo, mis ojos en blanco, sentía que mi culo se contraía en cada espasmo, me embiste con todas sus fuerzas y siento el primer chorro de semen ardiente, eso intensificó mi propio orgasmo, siguió embistiendo y en cada embestida su verga se ensanchaba y largaba un chorro de su espeso y caliente néctar en mi interior, hasta que se desplomó sobre mí, sin sacarla, me tomó de la cara y me plantó un candente beso con toda su pasión.
    
    Ufff, Veronica, eres sublime, quedo a lado mío, mientras su semen escurría de mi ano, me dijo espera haremos el beso negro y blanco, acerco su boca a mi ano y succiono su propia leche, y me beso, fue un beso largo, mientras nos pasábamos aquel fluido blanco combinado con los fluidos de mi ano, con su lengua metió el semen, el cual cayo en mi estómago, me mordió muy fuerte mi labio, haciéndolo sangrar, era ...
    ... un macho que sabia tratarme como dama y puta, haciendo una combinación sublime. Juro por Dios, que mi inconsciente me traiciono, y dije estas palabras: soy mas hembra que Livia. Dionisio sorprendido, dijo: ambas son un manjar, me encantan, también Estefani, es una gran amante. Celosa, pero excitada solamente sonreí.
    
    Ya pasaban mas de media noche, revise mi celular y mi marido, mencionaba que seguía en la oficina, que llegaría temprano. Me dijo, aún falta otro round, la noche es larga, tu cornudo digo marido, llegara al amanecer, nos levantamos, y bebimos agua, pues al ser un atleta, él no bebe alcohol, hace un calor de los mil demonios, sumado a que yo tenía mi puti vestido, empezamos a besarnos. Mientras me desnudaba, me acariciaba todo mi cuerpo, me comentaba que nalgas tan ricas tienes, mira nada más como se te ven bien buenas, yo volteaba de reojo a ver el espejo, las movía cadenciosamente mientras me acomodaba la punta de su verga en mi coñito, empezamos a coger de pie, mientras nos seguíamos viendo en el espejo, luego di un salto y lo abrace con las piernas, Dionisio se inclinaba hacia atrás para ver cómo se deslizaba su pene en mi vagina, mis labios vaginales se veían rojos inflamados como se aferraban a su palo. —¡Ay que rico! ¡Ah! ¡Ay! ¡Sí! ¡Ah! ¡Ay, que rico! ¡Sí! ¡Cógeme rico! ¡Más fuerte! ¡Más! ¡Más! ¡No te detengas! ¡Ay, que ricooo! —Me estaba sintiendo muy querida y gozada por ese hombre. Súbitamente un sentimiento de vulnerabilidad me invadió y me erizó la ...
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