La reconciliación con mi cuñada y sobrina
Fecha: 16/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
... que me vine dentro de ella, fueron varios disparos de semen, tanto así que aun teniendo mi verga dentro de ella sentí cómo mi semen iba escurriendo, ella también lo notó así que se quitó de encima, se acomodó su tanga para después hincarse y comenzar a chupar mi verga, se encargó de recoger todo rastro de semen hasta dejarlo limpio por completo, se incorporó y se dirigió al baño, para después salir y decirme:
- Te espero en la habitación
Eso daba a entender que la fiesta seguiría y fue así que entré a la habitación, ahí estaba ella boca abajo, completamente desnuda, esperando mi llegada, así que ni tarde ni perezoso me subí a la cama y comencé a besarle su cuello, después su espalda para poco a poco ir bajando hasta llegar a sus nalgas. Ya estando ahí, abrí su culo para así con mi lengua abrirme camino en su vagina, podía sentir su delicioso sabor, me encargaba de que mi lengua entrada lo más profundo que se pudiera, mientras que solo podía escuchar los gemidos de mi esposa que se perdían de vez en cuando entre las almohadas, y así continué hasta tener nuevamente una erección, por lo que me coloqué encima de sus piernas, las cuales tenía cerradas, y apunte mi verga a su vagina, la fui metiendo lentamente, en esa posición podía sentir cómo su vagina me apretaba la verga. Ya teniéndola toda adentro, me recosté sobre su espalda para besarla en el cuello, quería llevarla a su máxima excitación para poder poner en marcha mi plan.
Me incorporé para ahora dedicarme a ...
... moverme, metía y sacaba mi pene con movimientos lentos, que poco a poco fui acelerando, mientras con mis manos abría sus nalgas para así tener a mi disposición su ano, le eché un poco de saliva para con mi pulgar derecho comenzar a lubricarlo, sin descuidar mis metidas. Poco a poco su ano se fue dilatando, por lo que metí un poco de mi dedo, momento en que mi esposa dio un pequeño gritito, pero no le tomé mayor importancia, lo metía y sacaba con la intención de ir metiendo más y más mi dedo, así hasta que prácticamente mi dedo entró por completo.
- Uff, mi amor, qué rico se siente, tu verga en mi panochita y tu dedo en mi ano… cómo quisiera que tuvieras dos vergas, para estar bien ensartada en mis dos agujeros…
Escucharla decir eso me prendía más, así que decidí sacar mi verga de su vagina y sin más preámbulos se la metí en su ano, para mi sorpresa mi esposa no se quejó, al contrario, ella sola comenzó a moverse, realmente estaba enloquecida
- Dame verga en mi culo, quiero verga, dame más, más
Ya encarrilada la situación comencé a moverme frenéticamente, también yo quería disfrutar al máximo así que no me importaba si le dolía o no, solo podía seguir metiéndosela lo más profundo posible, pero ahora agregaba de vez en cuando unas nalgueadas, sus glúteos se ponían colorados de los palmazos que le daba, también la jalaba del cabello, realmente estábamos fuera de sí. La hice de ladito para ahora poder tener espacio para estimular su vagina, por lo que hice que levantara un ...