Santiago
Fecha: 17/08/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
La fiesta de nochevieja fue fantástica, dejé pasar unos días para llamar a Santiago, dudé a pesar de que era él quien le había dado su número a Ramón para que me lo pasara, no quería hacerme ilusiones, me había atraído mucho pero el descubrirlo en el jacuzzi jodiendo con José María y Juana me había enfriado un poco, y no por que sea celoso, yo también había follado con ellos.
- ¡Dígame!
- Hola Santiago, soy Einar.
- Hola, me alegra mucho oírte.
- ¿Qué tal estás?
- Bien hombre bien.
- ¿Te apetecería quedar para tomar un café?
- ¡Claro que sí!
- ¿A qué hora te viene bien?
- Termino de pasar consulta a las seis, pásate a recogerme por el hospital, tengo el coche en el taller y así me aprovecho de ti para que me lleves a casa y me ahorro el taxi.
- Claro que sí.
Llegué un poco antes de las seis, me senté en la sala de espera de su consulta, todavía había un par de pacientes esperando.
- Hola Einar – Santiago salió acompañando a una señora mayor – lo siento, pero todavía no he terminado.
- No te preocupes, no tengo prisa.
Tardó cerca de una hora en acabar, al salir el último paciente me invitó a pasar a su consulta.
- Lo siento, mi hora de acabar son las seis pero ya sabes, mientras haya pacientes…
- No tienes que disculparte por favor.
- En la nochevieja me fijé en ti, te busqué pero no te encontré.
- Yo si te encontré en el jacuzzi.
- Vaya, me viste.
- Sí.
- Es que ese matrimonio es muy convincente.
- Me lo ...
... vas a decir a mi… - los dos nos echamos a reír.
- Ya no es hora de café, ¿vamos a Quitapenas?
- Te lo iba a decir.
Quitapenas era la primera cervecería de Ramón y Jorge, a la segunda le pusieron Matapenas, estuvimos charlando y tomándonos unas cervezas y unas gambas, nos contamos cosas de nosotros, Santiago me relató la odisea que vivió en su país por el simple hecho de ser gay, cómo el rechazar las propuestas de un funcionario corrupto le había supuesto el rechazo social, el repudio de su propia familia, palizas y la cárcel, en cuanto salió pidió refugio en el consulado de España en Bata, llegó a Sevilla, lo pasó mal hasta que entabló amistad con Ramón que gracias a sus contactos como director de banco le consiguió empleo como médico.
Lo llevé a su casa, un pareado en uno de los pueblos de la periferia de la capital, me invitó a entrar, al llegar a la puerta de acceso al jardín nos recibió un Golden retriever.
- Hola Malabo.
- Hola precioso.
- Te presento a Einar Malabo.
Entramos en la casa seguidos por el perro, en cuanto se cerró la puerta tras nosotros caímos en brazos uno del otro, nuestras bocas se encontraron, nuestras lenguas se cruzaron, nos abrazamos con una pasión que hacía tiempo que yo no había sentido.
- Llevo pensando en este momento desde que Ramón nos presentó la otra noche.
- Yo también Santiago, yo también.
Me agarró de la mano y me condujo al dormitorio, allí nos despojamos de nuestra ropa quedando desnudos uno frente al ...