Santiago
Fecha: 17/08/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... otro.
Jamás entenderé a la gente que se considera superior a otra por el color de su piel, delante de mí tenía a Santiago Makkodu, un ecuatoguineano de la etnia fang con su piel del color del chocolate negro, hermoso como un dios, ¿en qué era él inferior a mí? ¿intelectualmente? Santiago es doctor en medicina por la universidad complutense de Madrid y había estudiado la carrera gracias a una beca, habla inglés, ama la música clásica, la poesía y es un pintor excelente. ¿Acaso era inferior a mí moralmente? pertenece a médicos sin fronteras y pasa parte de sus vacaciones en países del tercer mundo ayudando a la gente, ¿físicamente? desde luego que no, es alto, uno ochenta, guapo, tiene unos ojos preciosos en los que a menudo aparece un destello de tristeza y un cuerpo atlético, fruto de la práctica del triatlón.
Me acerqué a él, agarré con mis manos su cara y le besé en la boca, pasé mi lengua por sus labios después de morderlos y él los abrió recibiéndola y chupándola, continuamos así un rato, nuestras lenguas jugaban y se entrelazaban, Santiago me besó en el cuello, fue bajando besándome hasta llegar a mis pezones que lamió chupó y mordió hasta hacerme estremecer, me agarró de la mano y me llevó hasta la cama, nos acostamos uno junto al otro besándonos y acariciándonos, lamiendo con la punta de la lengua fui bajando por su pecho y su vientre hasta llegar a su hermosa polla, la agarré y apretando hacia abajo dejé el glande al descubierto, lo besé y lamí el frenillo y ...
... los bordes de aquel capullo, me fui colocando para que mi polla se encontrara a la altura de su boca y de esta forma hicimos un sesenta y nueve al que ambos nos entregamos con pasión.
Poco a poco fui rotando hasta que quedé encima de él, así, mientras yo chupaba y mamaba de su miembro metiéndomelo hasta que me daban arcadas y se me saltaban las lágrimas, Santiago me abría las nalgas me las mordía y con su lengua me lamía el ojete y me lo follaba, sólo se oía el ruido que yo hacía al chupar y los gemidos de placer que ambos lanzábamos.
- ¡Quiero que me folles!
Me quité de encima, me giré y me coloqué a horcajadas de rodillas sobre sus caderas, mi culo estaba lleno de su saliva y su polla de mis babas así que estaba bien lubricado, mi ojete palpitaba pidiendo carne, agarré su miembro y lo coloqué en posición, poco a poco me fui sentando y sentí como me abría el esfínter y entraba hasta los huevos.
- Ohhh dios.
- Einar.
- Mmmm.
La polla de Santiago es ligeramente mayor que la mía aunque algo mas gruesa, ahora la tenía metida por el culo y yo dominaba la situación, me movía despacio, subía y bajaba apretándola con el esfínter.
- Mmmm sí Einar.
- Ohhh Santiago, que rico.
- Sí, sí.
- Ay mi culo.
- Ohhh Einar.
Me incliné hacia adelante, le besé en la boca, mordí sus labios, chupé su lengua, levantó las caderas y comenzó a moverse rápidamente metiendo y sacando su polla.
- Plafplafplaf.
- Ay ay ay ah.
- Plafplafplaf
- Ay que rico ay, ...