Santiago
Fecha: 17/08/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... ayyy.
- Me corro Einar, me corrooo.
Dio una última embestida, me metió la polla hasta los cojones, apreté el esfínter, se puso rígido y comenzó a eyacular en mi culo, yo me erguí, agarré mi polla y comencé a masturbarme, no necesité más de dos meneos.
- Oh dios, me corro Santiago, me corroo.
Comencé a soltar semen, mi lefa le llenó el pecho, me gustaba el contraste de su blancura con la piel oscura de Santiago, la recogí con la lengua, le besé en la boca y le pasé la parte que no me tragué.
Me levanté, su polla salió de mi culo con un chof, su leche me cayó por el interior de los muslos.
- Ahora me toca a mí.
Santiago se había colocado boca abajo con las piernas abiertas y levantaba el culo ofreciéndomelo, abrí sus nalgas y dejé al descubierto su ojete, escupí en él y extendí la saliva con el dedo acariciándolo, hice presión y lo metí con facilidad.
- Ohhh.
- Vaya, quiere guerra.
- Sí, dámela.
Me coloqué encima, puse la punta de mi polla en su culo y apreté hasta que vencí la resistencia de su esfínter.
- Ay
- ¿Duele?
- Ya pasa.
Seguí empujando, mi polla se abrió paso ...
... con facilidad.
- Ohhh Einar, que rico.
- Mmmm, sí, que culo.
- Ay dios, ay que rico, esto no puede ser pecado, ay.
Me movía despacio, mi polla entraba y salía lentamente, me estaba recreando, Santiago se revolvía y nos besábamos uniendo nuestras lenguas.
- Oohh siiii.
- Diosss que culo tienes.
- Todo tuyo ooohhh.
Me dejé caer sobre él con todo mi peso, comencé a moverme más rápido hasta que alcance un ritmo frenético.
- Plafplafplaf.
- Ay, ay, ay, ayyy
- Plafplafplaf.
- Oh ooohhh, Einar, me matas, ay, ayyy.
- Plafplafplaf.
- Me corro Einar, me corrooo.
Yo me corría ya también, apreté mi polla en su culo y comencé a descargar al mismo tiempo que él.
- Ay dios, ay dios mío.
- Ohhh.
Estábamos tendidos uno al lado del otro, Santiago me miraba mientras su dedo hacía círculos alrededor de mi ombligo.
- Einar…
- Dime.
- Quiero pintar un desnudo tuyo.
- Ya hablaremos.
Hoy, nueve años después de aquella conversación tengo una acuarela de un desnudo colgada en el salón de mi casa, todo el mundo me pregunta pero sólo dos personas sabemos quien es el modelo.