Follando con mi jefa
Fecha: 18/08/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... ventanas se filtraba la luz del alumbrado público.
Su gato Ramses ronroneo alrededor de sus piernas restregándole la cola a la altura de las rodillas. Fue a la cocina le sirvió un poco de comida y luego sacó un par de vasos y una botella de whisky. Tomamos un par de tragos más entre besos y caricias…
Luego Paulina se levantó del sofá desnudándose poco a poco mientras caminaba en dirección a su habitación.
Tenía la boca seca por el deseo y el corazón me latía rápidamente, la seguí de cerca disfrutando el contorno de su figura en la oscuridad.
Cuando entré a la habitación no la vi, pero escuché el agua corriendo en el cuarto de baño y como la puerta estaba abierta la seguí hasta allá mientras era mi turno de desnudarme.
Por fin la pude ver completamente sin ninguna pantalla que se interpusiera, a plena luz, sin ninguna sombra que ocultara algo.
Ella estaba de espaldas con su cuerpo bajo el chorro del agua, la vista fue maravillosa . Su piel brillaba húmeda y sensual. Admiré en silencio su cuerpo, el pelo mojado sobre su espalda, su trasero firme y sensual, su cintura, sus espectaculares caderas, esas nalgas morenas redondas y apetecibles.
Me acerqué a ella y no pude evitar darle una nalgada antes de acariciar su cuerpo.
Pase mis dedos por toda su anatomía antes de tomar el shampo y comenzar a dar un masaje sobre su cabello, se relajó de inmediato cuando mis dedos acariciaban su nuca y la parte de las sienes, enjabone su cuello y baje por su espalda ...
... hasta llegar a las nalgas donde me detuve algunos momentos disfrutando de ellas, seguí por sus muslos hasta enjabonar sus pies, luego le di la vuelta y enjabone la parte delantera de su cuerpo, fue un verdadero placer acariciar y endurecer sus senos, tocarlos y besarlos; luego su abdomen y por fin mis dedos llegaron llenos de deseo a su pubis.
Un negro y fino vello púbico acarició mis yemas antes de sentir una humedad que no venía del agua que caía de la regadera. Gimió cuando mis dedos comenzaron suavemente a masturbarla.
Introduje un par de dedos en su vagina mientras mi pulgar seguía dando un masaje circular en sus puntos más sensibles.
Paulina abrió sus piernas disfrutando mis caricias luego se abrazó a mí mientras mis dedos juguetones en su sexo llevándola al clímax. Sus piernas temblaron al momento del orgasmo, tuve que sostener su peso mientras le pasaba el placer, sentí como mordía mi hombro derecho ahogando ahí sus gemidos.
Luego ella tomó el control y al igual que yo lo había hecho ella enjabono mi cuerpo sin dejar nada por cubrir, jugó con mi verga y mis testículos mientras la otra mano jugaba en mi trasero con una sonrisa pícara.
Cuando se hinco frente a mí descubrí el paraíso, su boca se cerró sobre mí falo y comenzó a succionar mi verga, sus manos acariciaban mis bolas y me masturbaban coordinadas con su boca, su lengua jugaba por todo el falo, lo metía por completo en su boca y me llevaba poco a poco a la gloria.
Eyacule en la boca de Paulina ...