Visitas a mi vecino (Olor a chocolate)
Fecha: 08/11/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... SUBO!…
Todos se recompusieron enseguida y Ariel volvió a ponerse el pantalón rojo.
Alex se puso un batín de raso blanco, que usaba para estar en casa; y sacó unos botes de cerveza del frigo, luego colocó una bandeja, con botellas varias, que siempre tenía a mano, sobre la mesita y fue a la cocina a por un par de jarras de cerveza, un vaso de wisky, en el que puso un poco de wisky, y una copa grande con wisky y unas gotitas de menta, que llenó hasta la mitad; de modo que realmente pareciera que estaban tomando algo... y, luego, se sentó en su sillón favorito.
Edu se subió los pantalones, y se puso a colocarlo todo en su sitio; por si había que darle un masaje a alguien más.
D. Pedro, volvió a vestirse de arriba a abajo, y se quedó esperando para abrirle la puerta.
Por supuesto, que el recibimiento fue delicado y amable, mostrando sorpresa y mucho agrado por parte de Pedro. Pero cuando entró en el salón, y vio a su primo Ariel con ellos, se quedó quieto, sin atreverse a dar un paso mas; no podía hablar...
Ariel se retrepó en el sofá, ofreciendo una visión inmejorable de su entrepierna; y con un bote de cerveza recién abierto en la mano, miraba a su primo sin entender absolutamente nada.
- ¡Coño, Diego! ¿qué haces aquí, a estas horas?
Y mirando a Alex frunció el entrecejo…
Diego, no contestó…
Pero, miró a Alex, y luego a Edu, que estaba de espaldas, colocando sus potingues en una mesita que había junto a la mesa de masajes.
Y arrancó...
- ...
... ¡Joder!... qué reunión más interesante, dijo… ¿Se puede saber en casa de quién estoy?, preguntó mirando a Pedro.
- Estás en mi casa, dijo el entrenador… ¿por?
- ¡Ah!... ¿en tu casa?… ¡ya!...
Luego volvió a mirar en dirección al sofá...
- ¡Por fin, te encuentro!, le dijo a su primo Ariel, que le miraba fijamente...
- ¡Ah!…
…. pero ¿me estabas buscando?
- ¡Si!... ¡por eso estoy aquí!…
... de una manera indirecta, pero sí… ¡por eso!…
… aunque, realmente, he subido a estar un ratito con D. Pedro y sus amigos; a tomarme una copa… pero, ¡claro!... sus amigos también son los míos, ¿no?… y volvió a mirar a Alejandro, que no cabía en si, de excitación; y le miraba sin saber que decir.
- ¡Por supuesto!, Diego, dijo Edu; que en ese momento se volvió, para mirarle con una sonrisa de oreja a oreja.
Diego respiró profundamente...
No. No estaba cabreado. Solo un poco aturdido; pero, estaba bien. La verdad, es que, en el fondo, le gustaba la reunión.
Ariel, les miraba; a ver si entendía algo... pero no lograba enterarse de nada. No entendía lo que decía su primo. Así que se levantó...
- ¡Tengo calor!... voy a darme una ducha, ¿te importa Alex?
- Ya sabes que estás en tu casa, chico...
Se quitó la camiseta; y la enarboló diciendo:
- ¡Está sudadísima!, ¡joder!...
La dejó sobre el respaldo de una de las sillas; y salió del salón, rumbo al cuarto de baño.
D. Pedro, que estaba de pie, dando pequeños paseíllos y asistiendo perplejo a la escena, ...