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Cuatro me aman, y las cuatro son ajenas
Fecha: 29/08/2025, Categorías: Incesto Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... empapada y otra amasando una tetita con el pezón erguido”. - “Decime la verdad, te la coges a mamá?” - “Primero te devoro la conchita y luego contesto”. - “Eso no estaba dentro de la apuesta”. - “Es verdad, pero entra dentro de lo que ambos estamos deseando”. Sin darle tiempo a responder o protestar la senté sobre la mesa que había servido para comer, corrí el ruedo del vestido hacia arriba y sumergí mi cara en su entrepierna, que ella ofreció solita abriendo los muslos al ponerse de espaldas. Mi contribución a la postura de entrega fue llevar sus rodillas a los hombros y hacer que sus manos sostuvieran la exposición desde las corvas. De ese modo tenía las manos libres para complementar la estimulación principal a cargo de mis labios, que entraron en acción apenas corrí la bombacha a un costado. - “Porquería, hacerle esto a tu sobrina”. - “Y no te imaginás lo contento que estoy realizando tan maravillosa tarea, pero lo que realmente me pone feliz es sentir tu conchita yendo al encuentro de mi boca mientras el juguito que brota es un baño de bienvenida”. - “Tendrías que enseñarle a mi novio”. - “De eso hablamos después. Cuando estés por acabar te voy a meter la pija, quiero que corras conmigo adentro”. - “Yo te aviso, y hacelo tranquilo estoy protegida” Lo primero que hice fue darle un beso al anillo estriado. - “Asqueroso pero como me gusta, por favor, quiero sentirlo de nuevo”. Cumpliendo con su orden y siguiendo mi deseo, inicié con ...
... la lengua el camino que me llevaba del culito al clítoris, donde me detenía para apresarlo entre los labios y chuparlo mientras lo estiraba; luego me retiraba para iniciar un nuevo recorrido. En la cuarta etapa, succionando el botoncito me llego el aviso. - “¡Ahí viene, ya empieza la corrida!” Me levanté y puse en glande en la entrada que ofrecía alguna resistencia, resistencia que fui forzando mientras ingresaba hasta el fondo. - “Papito, estás entrado a presión, tengo los músculos contraídos, dale fuerte, que placer, me muero de gusto” - “Ya la tenés íntegra preciosa y te estoy regando”. - “Sí mi amor lléname de leche, siento cada palpitación, más, más”. Habiendo normalizado la respiración retomamos un tema pendiente. - “Es importante que observemos una regla muy sana; a nuestra intimidad no traigamos a nadie, ni siquiera con el pensamiento si fuera posible. En esos momentos, en que la voluntad está casi anulada y el entendimiento obnubilado, podemos llegar a decir algo de lo cual tengamos que arrepentirnos. Tenemos un montón de tiempo aparte para intercambiar opiniones en pleno uso de nuestras facultades, no hay razón para apurarse”. - “Tenés razón, me sumo a tu regla”. El que avisa no traiciona, por eso, dándole un beso en el ano, le dije. - “La próxima vez este culito no se salva” - “No va a haber próxima vez, no me dejaré engañar de nuevo, además no permitiré que un pariente degenerado lo inaugure”. Esa noche, leía en la cama mientras ...