1. Te someten por primera vez


    Fecha: 30/08/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JacintoV5, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras nos bañamos juntos me confesás que te gusta el papel de esclava. Te sonrío. Arrodilláte y besáme los pies. ¿Que es eso? De vuelta, besámelos bien, como si me estuvieras besando la boca.
    
    Lo hacés, abrís tu boca húmeda y me los besás de lengua. Mucho mejor, te sonrío. Quedás arrodillada a mis pies, tu cara frente mi palo duro y divino. Besáme igual el glande, con lengua y con saliva. Te agarro del pelo y te refriego la pija en la cara, para que aprendas quien manda. Yo te meto la verga donde se me antoje. Sigo pasándote la pija por los cachetes, los ojos, la boca, la nariz. Vos seguís arrodillada, sumisa, con la cara llena de verga, luchando para respirar entre el agua que corre. Te agarro de la cabeza y te levanto, estás agitada, jadeando, queriendo ocultar tu gesto de mujer usada, inservible, sin poder revelarte contra la humillación que sentís. Te gana la manera en que te palpita la concha. Sonrío. Te agarro la concha con toda mi mano y con la otra te afirmo a la pared tomándote firme del cuello. Te miro de cerca, te huelo, te lamo la cara, los labios, el cuello. Te doy la vuelta. Estás tan blanda, tan fácil, tan dejada... Te meto la punta de un dedo en el culo y te lo saco, porque sé que querés que te coja el orto. Yo quiero que te reveles, llevarte al lugar donde no aguantas más tanta humillación y ahí sí ensartarte la pija por el agujero que se me dé la gana.
    
    Bañame, PUTA. Prestale tus servicios a tu dueño. Me dejo hacer, me relajo, no me preocupo por ...
    ... nada. Tener una esclava que me enjabone y me enjuague de esta manera es exquisito. Miro tu cuerpo, tus pezones empujan chorros de agua hacia adelante. Inconscientemente estás todo el tiempo con la cola parada, como esperando que te cojan. No se me borra la sonrisa de la cara, y vos me bañas siempre con la boca abierta, deseante. Parece que estás aprendiendo, te arrodillas para lavarme entre las piernas, me lavas el pene en erección a conciencia, embelesada, pasas tus manos enjabonadas por mis testículos, entre ellos y el ano, en mi pelvis, en el pene, me lavaste el culo, puta. Te mereces un beso de lengua y un par de dedos bien adentro de tu vaginita desesperada. No está mal, belleza. Terminá de bañarte, yo voy a salir. No te masturbes.
    
    Salgo, corro las cortinas del duchero. Te dejo sola. Me seco, me visto, voy hasta el living y me prendo un tabaco de armar. Me pongo a imaginar cómo salís del baño desnuda, en cuatro patas y te me arrimas como perrita faldera. Pero no, nena, salís vestida, caminando como confundida. Parece que no terminás de entender tu situación, no terminás de entregarte, pero tampoco has recobrado tu dignidad. Desnudate. Me mirás y me sonreís con alegría. Yo no te sonrío. Obedecés ¿Que otra cosa podes hacer?
    
    Entonces sí, me relajo y te siento en mi falda. No me importa si me manchas el pantalón con la baba de tu sexo. Te hablo con tranquilidad. ¿Estás bien? ¿Querés ser mi esclava todo el día?
    
    Te tengo en mis piernas, indefensa, te acaricio, te ...
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