Cuando mi prima descubrió mis relatos eróticos
Fecha: 08/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Xtian, Fuente: CuentoRelatos
... piernas para comprobarlo. Paso una mano por sus muslos y luego se la llevo a la boca.
—Perdón —Dijo con tono de vergüenza.
—Tranquila, me has desatado y te has portado bien. Vete al baño, coge una esponja, mójala, échale jabón y límpiame todo lo que me habéis escrito.
Mientras iba al baño, levanté a mi prima del sofá y la lleve hasta mi cama. La desnudé tal y como ella me había hecho y la até. La tumbé boca abajo y até sus manos con una sola esposa pasándola a través de uno de los barrotes del cabecero de la cama. Coloqué dos almohadas sobre su vientre dejando su culo en pompa y con dos esposas más até sus pies a las patas de la cama. Para finalizar, la tapé la boca con un esparadrapo.
Mi prima era mi prima y nunca me había fijado en ella, pero no si se por el odio que en ese momento la tenía, la mezcla de drogas que me había hecho tomar o que, estaba decidido a vengarme de ella. Verla allí tumbada con las piernas abiertas ofreciendo su culo y su coño hizo que mi polla volviera a empalmarse al máximo.
Desde la puerta de la habitación Laura me observaba con la esponja en la mano, indecisa sin saber si interrumpirme para limpiarme o esperar a que acabara.
—Esta zorra merece su castigo, ¿no crees?
Laura afirmó con la cabeza.
Salí y la llevé a la cocina. Con las esposas que me quedaban até a Miriam las manos a su espalda y la volví a colocar con la cabeza en la mesa. Entonces sí, le ordene a Laura que me limpiara.
Empezó por la frente y siguió bajando ...
... por mi cuerpo. Mi polla empalmada rebotaba una y otra vez contra su vientre. Cuando se agachó para limpiarme la zona del ombligo, mi capullo quedo prácticamente en su cara.
—¿Tanto te gustaron mis relatos de verdad? Te confesaré una cosa, todos son reales. Únicamente cambiando los nombres.
Laura pareció no aguantar más la sensación de mi polla dura chocando contra su cara y directamente se la metió en la boca.
—Tengo grandes planes para ti Laurita. Deja mi polla y termina de limpiarme. Cuando acabes te vas a vestir, vas a ir a hacer una fotocopia de tus llaves de casa y las vas a dejar en mi buzón. Esta noche, cuando acabé de castigar a estas dos zorras, te haré una visita —Laura seguía con mi miembro en la boca mirándome y escuchándome atentamente— Va a ser tu primera noche como mi putita así que cuando entre te quiero en la cama, desnuda y a cuatro patas ¿entendido?
—Sí, amo.
Me sorprendió como me llamó. He leído muchos relatos de sumisas pero nunca esperé tener una ni que nadie me llamara amo. Sea como fuere, ya no había vuelta atrás. Laura obedeció y cuando termino de limpiarme, se vistió y se marchó.
Desnudo por casa, me dediqué a pasar a mi ordenador las fotos que me habían hecho y espiar los móviles de las muchachas. En el móvil de mi prima no encontré mucho. La conversación con sus amigas donde planeaban mi humillación y poco más. La leí entera y observé como todo el plan había sido trazado por Marta y por Laura. El único interés de Miriam en venir ...