1. Mi cunada es igual a mi esposa: caliente y deliciosa


    Fecha: 10/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hace 10 años atras conocí a Emilia, mi esposa, por intermedio de su hermana Mónica que es 3 años mayor, algo gordita y muy simpática. A Mónica –ahora mi cuñada- la conocí en una conferencia sobre arte griego en un museo de mi ciudad. Nos toco sentarnos juntos, ella andaba con un hijo pequeño y unos amiguitos del chico. En un momento me pidió que le cuidara el asiento mientras llevaba a su niño al baño. Al caminar por la fila de asientos, pude degustar le precioso culo carnoso de la mujer y al volver a su sitio, me preocupé de meterle conversación. Quería conocerla. La note entusiasmada y aproveche de decirle que si le interesaba el tema podíamos ir a otra exposición en el ultimo piso del mismo recinto. Me explico que esa tarde debía llevar a los niños de regreso a sus casas y acostar a su hijo ya que mañana había escuela.
    
    Le di mi numero de teléfono y nos despedimos. Dos días después me llama. Mónica me hablaba como con distancia, con palabras cortas y entendí que no podía hablar. Quedamos en ir a la exposición temprano una mañana. Llegó con un vestido corto, generoso escote y con ropa muy bonita.
    
    La mujer no solo era hermosa, tenia unas piernas perfectas y unas tetas pequeñas que mostraba generosamente. Adoro las tetas pequeñas, y me enloquecen las mujres de muslos carnosos y pantorrillas generosas.
    
    Mónica estaba casada, tenia un hijo de 6 años, pero tenia un aire calentón e inocente a la vez. Conversamos mientras subimos los tres pisos y cuando enfrentamos la ...
    ... ultima escalera me las arreglé para ir detrás de ella y mirarle el culo…dios mio…era perfecta. No me costó nada ver un calzón blanco enterrado en la raja carnosa, lo que me dejo erecto por el resto de la tarde. Ella se dio cuenta perfectamente pues me dijo “ohh…que vergüenza me debes haber visto todo esta escalera es muy empinada y mi vestido muy corto”. No te preocupes, le dije soy un caballero.
    
    Mónica es algo gordita pero deliciosa y caliente y algo timida. O disimulaba muy bien que era una caliente o bien era muy tontona y no see deba cuenta que yo no le quitaba la mirada de sus tetas y su trasero. Vimos la exposición y después de una hora la fui a dejar al metro.
    
    No me importo que fuera casada asi es que salimos tres veces esa semana. Un café, otra exposición y la ultima vez fue un paseo al cerro en el centro de la ciudad. Hermoso romance comenzábamos a escribir. Esa tarde la fui a dejar al metro pero su vestido “se subió” mas de la cuenta y las deliciosas piernas de Mónica quedaron ahí…expuestas. Manejé rumbo al metro muy nervioso, el borde de su entrepierns se dibujaba perfecto y no sbia como mirar. Al despedirse, nos besamos tiernamente y roce sus muslos. Me miro y me dijo “eres muy tierno”. Palabras mágicas para que mis manos se resbalaron hasta rozar la vagina de la exquisita mujer. Comenzo a gemir y note que su vagina se lleno de jugos. Vámonos de aquí mejor me pongo nerviosa. No se como llegamos a un hotel, en el camino mi mano estilaba de jugos de la exquisita ...
«123»