SEGUIMOS JUGANDO
Fecha: 23/10/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... en la concha. ¡No demoró nada! ¡Otro! Entonces sí, se la saqué y fui rápido a la concha. ¡No quería desperdicio! La nena se puso boca arriba con las piernas bien abiertas. ¡Me esperaba!
Metí la cabeza entre sus piernas, lamí los muslos y fui al centro. ¡Totalmente mojada! La lengua se solazó recorriendo su interior, lamiendo sus jugos. ¿Si voy al clítoris tendrá un nuevo orgasmo? ¡Así fue!
-¡Ay papito! ¡Me volvés loca! – Volví a lamer todos sus fluidos. ¡Cómo me gusta esta piba!
Volví a su culo. El ¡plaf! ¡plaf! ¡plaf! del mete y saca me ponía más caliente. Se la metí hasta el fondo y lo dejé así unos segundos, y lentamente me retiraba, dejando solamente la cabeza, y de golpe la metí nuevamente hasta las tripas. Allí me dio ganas de acabar.
-¡Date vuelta! ¡Te lleno! – Karina giró como un rayo, abriendo la boca y sacando la lengua. Me arrodillé a la altura de su boca. Le deposité cinco o seis chorrasos de semen. Karina feliz, con la mejor sonrisa. Tal como le había indicado la mamá, mantuvo el semen hasta que yo terminé de eyacular. ¡Entonces tragó!
-¡El máxima sabor! ¡Nada más rico! ¿Dónde se puede conseguir algo tan exquisito? ¡Jamás!
Karina se irguió y me besó. Mi boca todavía tenía restos de sus jugos. Ahora lo mezclamos con semen. ¡El coctel perfecto!
Me acosté para reponerme, mientras Karina se agachó sobre mi pija para lamer y besar. ¡No se cansa nunca! ¡Es tan lindo sentir su lengüita acariciando el glande! Así estuvo unos 10 o 15 minutos lamiéndomela, ...
... con dulzura y suavidad. Se me fue parando poquito a poco, mientras ella no dejaba de lamer. Cuando la tuve bien dura ella no dudó un segundo: se sentó sobre mí, enterrándosela hasta el fondo.
-¡No me podía perder esto papito! ¡Me gusta tanto! - Hermoso espectáculo verla de cuerpo entero sobre mí. Ella cabalga enérgicamente. Yo la acompaño con mis caderas. - ¡Ay mi amor! ¡Acabo de nuevo! Vos me sacás todos los jugos.
-¡Son tan ricos! Vení, sentate sobre mi cara. – La tomé de las caderas y la coloqué lo mejor posible. Se acomodó inmediatamente. Lamí y chupé hasta el fondo de la concha. Tiré del clítoris con los labios. ¡Riquísimo!
-Parate mi amor.
-¿Si?
-Si. Haceme pis en la boca, dale.
-¡Si querido! ¡Qué lindo!
Se paró sobre mí. Le acaricié la concha, le metí los dedos. En pocos minutos comenzó a mear.
-Acercate un poquito, así va a mi boca. ¡Meas para todos lados! ¡Jajaja!
Dobló las rodillas y guió el meo. Llegaba casi total a mi boca. ¡Tan sabroso! Estuvo meando más de un minuto.
-Ahora dale vos. - Nos arrodillamos en la cama. – ¡Vos lo hacés con más puntería!
Me parece que igualmente tendré que secar el colchón. ¡Tanta meada! Me arrodillé frente a ella. Colocó su boquita a la altura de la pija. Me acarició suavemente. No puedo eyacular pero si la puedo mear… Como dos minutos tragó con gusto y placer, siempre con su encantadora sonrisa.
La besé en todo el rostro, mordí y lamí sus orejas, su cuello, le hice un par de chupones, marcándoselo, para que mami lo viera. ...