Las fiestas del pueblo
Fecha: 11/11/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: maeve, Fuente: RelatosEróticos
... Entraban y salían con rapidez sin que la boca de su dueño se separase de mi clítoris en ningún momento.
Me iba a correr y se lo hice saber, no quería terminar tan rápido. Lejos de apartarse, como yo había esperado que hiciese, Juan Carlos aceleró el ritmo y la intensidad con la que metía y sacaba sus dedos de mí y me corrí en sus dedos. No fue un orgasmo intenso de esos que te dejan sin respiración pero no estuvo mal.
Mientras recuperaba el aliento mi morenazo se puso de pie delante de mí, su polla en pleno esplendor me apuntaba insolente, y si, a pesar de acabar de correrme todavía la deseaba dentro de mi.
Le vi chuparse los dedos que habían estado en mi coño, lo supe por el modo en el que me miraba y como gemía mientras lo hacía.
Al terminar se acercó a mí como un depredador al acecho de su presa -Ahora voy a follarte de verdad.
Se tumbó sobre mí y se introdujo despacio y cuando casi estaba toda su polla dentro de mí dio un golpe con sus caderas y se adentró en mí con fuerza.
Las paredes de mi coñito se contrajeron arrancando un gemido de la garganta de Juan Carlos, que comenzó a moverse a buen ritmo.
Tenerle follándome estaba siendo tan bueno como me había imaginado. Me gustaba y a mi coño por lo visto también ya que no paraba de lubricar abundantemente.
Desde esa posición mi morenazo me amasaba las tetas y me pellizcaba los sensibles pezones.
Los dos habíamos roto a sudar cuando Juan Carlos se apartó –Te quiero a cuatro patas- y lo hice sin ...
... rechistar.
-¡Joder, que culo tienes!- me gritó mientras me envestía con fuerza -¡Un día te lo voy a follar, te lo voy a llenar con mi leche caliente!
Yo solo podía gemir y lubricar -¿Eso te gustaría, verdad? Que te metiese mi polla dura en tu culo y me corriese.
Mi coño se contrajo ante la escena que se acaba de representar en mi mente, él bombeando todo su semen dentro de mi apretado culo mientras yo me corro -Si- conseguí decirle.
Sacó su polla dejándome dolorosamente vacía y rozó la punta de mi ano con su punta, abriéndose paso poco a poco.
Yo no estaba preparada y cuando introdujo la punta me dolió, por lo que él paró y sujetándome por los hombros me hizo girar hasta mirarle.
-Hoy no estas preparada, pero te voy a follar ese culo. ¿Me vas a dejar, Elena?
Yo estaba tan cachonda que le dejaría hacerme lo que quisiese –Si- contesté con ansiedad. Necesitaba correrme de nuevo.
-Me correría por todo tu cuerpo, así de cachondo me pones. En tu coño, en tus tetas, en tu cara, en tu boca. Me gustaría ver cómo te tragas mi leche- continuó diciéndome.
Mi morenazo me dio un lametón en la boca, se sentó en el sillón y me pidió que le cabalgase.
Y lo hice, vaya si lo hice. Me deslizaba por su polla arriba y abajo sintiendo un nuevo orgasmo aproximándose sin compasión, y este iba a ser de los buenos, lo sentía crecer en mis entrañas, por lo que comencé a acelerar el ritmo. Mis tetas botaban, se chocaban entre sí.
Juan Carlos se recostó y me obligó a ...