1. Lo hago con los padres de mi amiga de la Uní


    Fecha: 05/08/2017, Categorías: Confesiones Autor: Virg, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¡que no me importa!, pero le gustó yo.
    
    —No discutamos cariño, Perdóname…
    
    Despegué la oreja de la pared, ¡doliéndome!, de lo que la apreté.
    
    Aquellas palabras lejos de enfadarme me pusieron a cien; ¿porque?, pues porque yo ya me había masturbando pensando en los dos más de una vez, mi sueño, eran ellos desde que era amiga de Sofía.
    
    Yo no tenía novia ni novio, yo los deseaba a los dos, pero no pensé poderlos conseguir. Ahora que sabía que ellos sentían algo más que atracción hice planes para acelerar la cuestión.
    
    Esa noche a las doce y media llamé a la puerta de su gran dormitorio, sólo llevaba puesta una camiseta larga y unas braguitas mini, me abrió Lara y me preguntó:
    
    —Virginia que quieres, digo; ¿te pasa algo? -y respondí:
    
    —Lara que miedo, ¡he visto una rata enorme en mi cuarto!, y he cerrado la puerta con ella dentro, iba a ir a dormir al cuarto de Sofía, pero no quiero estar sola, ¿puedo dormir en la butaca de vuestro dormitorio? -entonces me respondió Lorenzo que se había acercado desde la cama.
    
    —Virginia preciosa, ¡nunca ha habido ratas aquí!, podía intentar cazarla yo pero mejor llamo mañana a expertos no se valla a escapar y para cazarla en una casa grande, ¡un follón! Tu dormirás en la cama con Lara, yo en la butaca "si no te molesta", si no, dormiré en el salón -dijo con voz amable y ojos de excitación; yo le dije que dé acuerdo, que se quedara; y que gracias.
    
    Me metí en la cama junto a Lara, me quite la camiseta y las braguitas mini ...
    ... y ¡quede desnuda!, ¡en su cama!, ¡en el dormitorio de los dos! y me derretí, mi chocho se puso empapado; entonces pegue mi cuerpo al de Lara que se estremeció, y tembló.
    
    Metí mi mano en sus bragas bajo las sábanas, ella estaba mirando al techo y aceleró la respiración, con mis delicadas y jóvenes manos aparte un poco sus bragas por la ingle y acaricié su chocho muy suave, pero sólo el labio externo que pegaba a mi lado, ufff, después me apeteció tocar su ano y, ¡apartando más la goma de sus bragas pasé las uñas de mis dedos por su ojete, ¡arañándolo!
    
    ¡Que decir!, ella suspiró; Lorenzo tosió en la butaca nervioso.
    
    Lara se levantó; ¡y bajo las sábanas!, se metió entre mis piernas, y me comió el chocho con devoción, ¡en un momento dado!, ¡sentí como mis labios externos e internos estaban dentro de su boca.
    
    Primero los había chupado "como si sacara el jugo a un marisco", y ahora los estaba absorbiendo, como si comiera caracoles, "mi molusco juguetón", que placer más grande, solté un chorro de flujo en sus labios, ella me lo lamió.
    
    Me fijé que Lorenzo estaba meneándose el pene en la butaca, entonces le dije:
    
    — ¡Lorenzo que haces!
    
    —Perdona es que estoy, yo; perdona -entonces le dije:
    
    —Lorenzo "por favor" métete en la cama con nosotras que necesitamos tu polla.
    
    Dio un salto de la butaca y con su pene también "dando saltos" por el camino fuera del pijama, se metió en la cama, yo cogí su pene nada más llegar y lo meneé con fuerza, a la vez que le dije a ...