La migrante caliente (que buenas nalgas) - Relatos Eróticos

La migrante caliente (que buenas nalgas)

... pensaba.  Que buen culo!-  La abracé y la llevé a la regadera de agua tibia, empezamos a besarnos rico, yo le tomaba sus senos que como dije estaba muy comestibles.  Se los mamé uno por uno metiendo sus pezones entre mis labios y  mamándolos.  Luego la puse de espaldas y fui lamiendo su espalda y me fui yendo para abajo hasta llegar a sus duras nalgas, que apreté, besé y chupé con muchas ansias.  Ella me dijo -de verdad te gusta mi trasero?-, yo apenas podía contestar porque lamía sus buenas carnes. Pasé mis dedos por su panocha y ella comienza a gemir, -don Ricardo que me está haciendo?- me decía, yo le metí dos dedos en su raja y comencé a meterlos y sacarlos, la muchacha tenía empapada de sus jugos íntimos su panocha que se metía entre mis dedos.  La fui sacando de la ducha y la llevé a la cama.

Allí la puse boca arriba desnudita, le abrí las piernas y me sumergí en su densa pelambre, le lamí sus labios vaginales y su clítoris, Yohana aullaba de placer y me tomaba de la cabeza para metermela más entre sus piernas, mi lengua degustaba sus liquidos vaginales, ella estaba demasiado excitada.  Luego le metí uno y dos dedos en su raja al mismo tiempo que le chupaba su clítoris, de pronto ella comienza de decirme con voz excitada -don Ricardo métamela ya!!-.  Dejé de comersela y me puse entre sus piernas, ella se abrió dándome un buen espacio y tomando mi verga que estaba ya goteando, le puse el glande en la entrada de su vagina y poco a poco la fui penetrando, degustando ...

... cada centimetro de su vagina caliente.  Se la terminé de meter toda y luego comencé a cogerla entre duro y suave, ella se aferraba de mi cuerpo y emitía buenos gemidos de gusto.  No tardó en correrse tórridamente debajo de mi cuerpo, me abrazó y me empujaba hacia ella como queriendo que la cogiera muy profundo.  Luego le dije que se pusiera en cuatro, era lo que andaba buscando, se puso en posición canina y me enseñó todo su enorme culo, sus duras nalgas y su agujero mojado abierto por mi gruesa verga.  Mis manos apretujaron sus carnes por todos lados, luego le abrí sus dos nalgas y le pasé la lengua justamente por su ano, ella tenía espamos cada vez que mi lengua pasaba por su agujerito, le metí dos dedos a su raja y le lamía su ojete, Yohana empezó a gemir fuerte, no se podía contener, supe que tenía otro orgasmo, esta vez más fuerte que el anterior, me puse atras de sus nalgas tomé mi verga y la penetré sin piedad, aferrándome a su cintura y dándole duro y profundo, mi verga entraba y salía de su panocha con brutalidad y ella daba señales inequívocas que le gustaba como era follada por mi.  Esta vez ella también comenzó a mover sus nalgas arriba abajo, en círculos y eso me excito muchisimo, le dije que iba a acabar, ella me gritó que me corriera dentro de ella.  Aceleré todo lo que pude y mi verga empezó a dar latigazos dentro de su raja, una buena dosis de esperma salió de mi verga y rebalsó su vagina, un hilo de leche caliente salió de su vagina y le caía por sus muslos.  ...