Follando con mi amigo casado - Relatos Eróticos

Follando con mi amigo casado

... incorporara, cuando estuve a su altura me beso mezclando su saliva con la mía y los restos de su esperma.... Me arrancó la ropa casi de manera violenta y me tendió sobre la cama, levantando mis piernas , se coloco mi hoyo frente a su boca, para poder introducir su lengua en él... sólo detuvo la salvaje comida que me estaba metiendo para incitarme a que me masturbara... En aquella complicada postura, casi en volandas, pues solamente mis hombros y mi cabeza sostenían mi cuerpo , masajear mi polla era una tarea difícil...¡ pero no imposible...!

Minutos después mientras la lengua de Ramón se introducía levemente en mi ojete, mi cuerpo se sacudía llenando todo mi pecho de semen, llegando algunas gotas inclusive hasta mi cuello....

Me volvió a besar, esta vez más tiernamente....

Recogí el cuarto un poco, mientras esperaba que el se duchara para hacerlo yo después... cuando volví de el baño, Ramón dormía desnudo sobre la cama....El pobre, después de trabajar toda la noche, estaba que no podía más... Me tendí junto a él, despacio sin hacer ruido; él estiró su brazo y me acercó a su pecho.

No sé que tiempo estuve dormido junto a él. Lo que sé es que cuando me desperté un enigma me invadió: porque los seres humanos emanamos tanta dulzura e inocencia cuando estamos dormido; y ensimismado en esa incógnita estaba yo, recostado sobre la cama,al lado de mi ocasional amante, observando como su ancho pectoral se inflaba y vaciaba, al ritmo de unos suaves ronquidos; a ratos ...

... acercaba mi oído a su pecho para oír sus suaves latidos y desde esa posición al bajar la mirada caía preso del deseo, un lujurioso manjar descansaba a muy escasos centímetros de mis labios;pero contuve mis impulsos y disfrute cada segundo de aquel irrepetible momento; al final experiencias como aquella, son las que se atesoran, y dan sentido a la vida....

Un leve movimiento me saco de mis cavilaciones, era Ramón que poco a poco se soltaba del abrazo de Morfeo; levantó ligeramente la vista, cuando me encontró acurrucado a su lado, me sonrió a la vez que posaba sus labios sobre mis mejillas:

-Quillo, ¡es que estaba “reventao”!

Le sonreí acariciando su cara fugazmente.

-¡No me toques, que no respondo !- dijo en tono jocoso- ¡ Si es que tienes poderes!

¡Mira como me las has puesto.!

Ignoro si soy poseedor de “esos poderes” que él argumentaba, pero el caso es que su polla que segundos antes se hallaba en reposo, se encontraba en perfecta condición de revista.

La acaricie con mis dedos tímidamente , lo que hizo que esta vibrara al contacto. Ante tal respuesta, mis dedos viajaron plácidamente desde la punta hasta el tronco de aquella maravilla de Dios. Una mano de Ramón resbalo hasta el final de mi espalda, masajeando fuertemente mis glúteos. En un instante habíamos pasado de estar en “servicios mínimos” a tener los cinco sentidos danzando al compás de la lujuria

Hice ademán de lanzarme a devorar su polla, pero Ramón, como en un acto de beneplácito, me detuvo ...