Follando con mi amigo casado
Fecha: 14/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: machirulo, Fuente: RelatosEróticos
... brevemente posando un tenue beso sobre mis labios..Hundí mis labios en su pecho, paseando mi lengua por todo su tórax, dejando un surco de caliente saliva desde su cuello hasta su entrepierna, culminando con un paseo de mi lengua a lo largo de su miembro. Como desde donde estaba, no alcanzaba a tocarme, me pidió que me arrodillará a su lado y siguiera con la placentera labor de chuparle la polla. Ensalivo sus dedos y los paseos por el canal de mis glúteos, buscando mi agujero, cuando lo encontró empezó a acariciarlo con movimientos circulares, invadiéndome un gozo, si era posible , aún mayor. El placer que sentía repercutía en el que yo le proporcionaba; y tras unos trepidantes minutos donde su polla y su dedo entraban en mi cuerpo al unisono; me pidió, casi de manera suplicante, que parara.
-Cabrón! ¿ No querras que me corra ya?... y sin probar ese culito tuyo.. Por cierto, hoy está mas cerradito que la última vez.
Evidentemente, llevaba más razón que un santo en su afirmación; desde que estuve con él, no me había penetrado nadie... y de eso iba a hacer ya tres semanas. Así que para quitarle hierro al asunto, y evitar que pensara algo que no era, le dije con un tono picaresco:
-Es que yo sé que así te gusta más.
-Pues traete el lubricante ese que tienes por ahí, que te lo voy a poner a punto de caramelo.-me dijo guiñándome un ojo.
Me pidió que me pusiera a cuatro patas sobre la cama, pues antes de embadurnarme el ano con el líquido aguoso que yo le había ...
... traído, decidió pasar su lengua por mi agujero; tensando los músculos de ésta para imprimir cierta dureza en los lametones que me propinaba; yo estaba en la gloria, y mi polla vibraba como respuesta al gozo suministrado. Tendió la mano hacia mi polla, y me masturbo muy levemente, retirándola brevemente para reanudar la tarea a los pocos segundos; esta vez su palma estaba impregnada de saliva; unos entrecortados gemidos escaparon de mi garganta. Con la otra mano, y desde atrás tiro de mi pene, hasta ponerlo a la altura del perineo, pasándome su lengua por la punta...¡Casi me corro! Pero la oleada de placer fue tan breve como intensa, ya que Ramón se detuvo en su tarea para vaciar parte del contenido del bote de lubricante en sus dedos, extendiendo a continuación el liquido por mi hoyo.
Al primer dedo mi cuerpo no puso resistencia alguna, ya el segundo costo un poco de trabajo, produciéndome el tercero un poco de dolor... Se tomo su tiempo en hacer que mi esfinter estuviera preparado para contener las considerables dimensiones de su nabo... Cuando vio que el tercer dedo se acomodaba perfectamente, se puso el preservativo, para dejar su polla que se abriera sitio a través de aquel estrecho agujero... Al principio y a pesar de la lubricación se resistía un poco, pero una vez traspasado el primer anillo, el inmenso cipote hizo de mi trasero su templo, entrando y saliendo de él sin ninguna dificultad....
Tras unos minutos en los que el empuje de su cuerpo contra el mio, nos estaba ...