LAS NENAS MIMOSAS - Relatos Eróticos

LAS NENAS MIMOSAS

... nada. La limpié prolijamente, tal como sus muslos, siempre con la lengua, por supuesto. La bajé y me senté sobre la tabla. Ella se ocupó de sacarme la pija por la bragueta. La mamada, como siempre, genial. ¡Cada vez lo hacía mejor! En pocos minutos el semen ocupó toda su boca. Como en otras oportunidades, cuando estaba muy caliente, al tragárselo, Sole tuvo otro orgasmo, pequeño pero efectivo. Volví a chuparla y lamerle. Cuando quedó limpita, como mi pija, tratada por ella, nos acomodamos la ropa y salimos. Sofía se levantó y vino hacia mí, que esperaba en la puerta del baño. Se sonrieron chocando las manos cuando se cruzaron. Con su mejor sonrisa, Sofía pasó a mí lado, refregando el culo sobre mi bulto. Cerramos la puerta, y sin dudar, ella se paró sobre la tabla de madera. ¡Su concha es tan sabroza cómo la de Sole! ¡No podía tener preferencias! 
	Cuando nos acomodamos para que mamara, ya sabía que no le acabaría, pero igual lo hizo, pues le encantaba sentir la pija en la boca…, y a mí sentir su lengua. Yo había tomado la pildorita, cómo hacía siempre antes de ir a la oficina, así que la pija estaba tan erecta como antes, aunque no pudiera eyacular. Luego de varios minutos, muchos más que con Sole, Sofía se la sacó de la boca.
-¡Jajaja! ¡Me duele la mandíbula! – Estaba contenta aunque no la llenara. – Espero que en tu casa me llenés todos los agujeros. ¡Tendremos toda la noche!
-Por supuesto…, pero ahora te la puedo meter, aunque no te acabe.
-¡Dale, sí!
	Me paré y ...

... me sacó botines, pantalón y boxer. Como compensación, ahora sería más “completo”. No dejamos de besarnos mientras le retiraba la ropa. Totalmente desnuda, la senté a horcajadas sobre mí. ¡La primera vez desnuda! ¡Una maravilla!
-¡Ay Dani, qué lindo es esto! – La enterré de un saque. Me refregó las tetas contra mi pecho. - ¡Me gusta tanto sentirte en mi piel!
	Mientras cabalgaba, movía en círculos el culo. Yo acariciaba y besaba sus tetas. ¡Sofía es bellísima! Metí la mano y acariciaba el clítoris mientras saltaba. Pocos minutos y nuevo orgasmo de su parte. ¡Menos mal que me saqué el pantalón! Nos besamos nuevamente, ardiéntemente, como dos “amorosos” amantes. Nos lamimos mutuamente y nos vestimos. Sofía había quedado feliz con sus orgasmos. Salimos ambos, y placentéramente fuimos hacia Sole.
-¿La pasaron bien? – Sole reía sabiendo la respuesta.
-¡Fenomenal! – Sofía no mentía. Estaba feliz.
-Nos vemos el jueves. No se olviden de acondicionarse el culito. – En voz muy baja.
-¡Sin la menor duda! – Prácticamente con las mismas palabras respondieron ambas.
Les lancé besos con la mano y salí.

	Si no recuerdo mal hoy, lunes, no tengo ningún “compromiso”. Creo que la obra, por lo menos la estructura, va a tardar algo más de lo previsto. Ya iba por el cuarto mes, pero creo que hay más de diez o doce semanas de trabajo. Llovió bastante la última semana, y habría que consolidar las bases. No me preocupa económicamente, pues me pagan por el tiempo que demore la inspección. El ...