Kathy Prostituta - Relatos Eróticos

Kathy Prostituta

... ella hasta Barnsley", le recordó un agente.

"Bueno, el tiempo vuela, ustedes se corren sobre ella, mientras ella lame a Sally, orínen si quieren", agregó, y luego preguntó: "¿Te gusta eso?".

Kathy lo escuchó, no respondió. Se sentía fantástico, como si estuviera flotando mientras su modesta polla la complacía suavemente. Un largo y dulce orgasmo burbujeó suavemente en su coño y luego se extendió hacia afuera y hacia arriba a través de sus pezones hasta su cerebro.

De repente terminó y salió. Le quitaron las esposas y la empujaron hacia adelante mientras Sally se bajaba los pantalones y guiaba la bonita boca de Kathy hacia su entrepierna que esperaba. "Lámeme perra", susurró Sally, "Haz que me corra".

Kathy comenzó a mordisquear los labios de Sally. No vio a los agentes formando un círculo a su alrededor, ni los escuchó abrirse la bragueta y quitarse el pene erecto.

Escuchó los gruñidos mientras se masturbaban sobre ella. sintió las gotas de semen en su espalda y culo mientras uno por uno se corren sobre ella, y siente los cálidos chorros de orina mientras se orinan sobre ella, en todas partes excepto en su cabello.

Sally no se corrió, pero admitió que disfrutaba mucho la lengua de Kathy y se aseguraría de buscarla cuando comenzara a hacer trucos nuevamente. Los agentes volvieron a arreglarse y cuando estuvieron listos todos se marcharon como si nada hubiera pasado.

George se quedó con Kathy. Él le trajo su ropa y la hizo limpiarse en el lavabo, pero ...

... solo después de que ella hubo limpiado cada mancha de orina y semen en el piso del vestuario.

Él la peinó con su propio peine y cuando estuvo satisfecho de que se veía presentable, la besó en la mejilla y dijo: "¿Lista para irnos?".

"Yo, supongo que sí." ella estuvo de acuerdo.

"Recuerda", le recordó George, "una palabra y sobre esto y todos esos animales de mala vida saldrán libres de la apelación, serán doce oficiales la palabra contra la tuya, nadie te creerá".
Condujeron durante mucho tiempo antes de detenerse frente a una casa adosada en ruinas en algún lugar que ella no reconoció.

George le abrió la puerta y le mostró el interior. "Sus habitaciones están a la izquierda, arriba", dijo para tranquilizarla.

Kathy subió las escaleras y abrió la puerta. Había un armario de madera desnuda y una cama doble con el colchón manchado y sin sábanas. Una pantalla de televisión de 42 pulgadas en una pared mostraba una película porno mientras la luz cambiaba constantemente de verde, azul, rojo y viceversa.

Un estante de látigos adornaba una pared más con grilletes atornillados a las paredes y sujetos a la cama.

“Estarás a salvo aquí”, le aseguró George.

"Es un burdel, bastardo", espetó ella.

"Sho es hermana", opinó un gran caballero afrocaribeño cuando apareció en la puerta, "El tamaño CI, creo". se aventuró.

Cogió un collar de cuero del gabinete y fue a colocarlo alrededor del cuello de Kathy. Intentó correr, pero George la sujetó mientras el tipo la ...