Tomando el autobús a casa - Relatos Eróticos

Tomando el autobús a casa

"Tengo que quitarme este sostén, me está matando", declaró Maria 
Se levantó para caminar hasta el baño en la parte trasera del lujoso autobús turístico, pero el vehículo se tambaleó al tomar una esquina y María se tambaleó sobre sus brillantes tacones plateados. Ella se habría caído si no fuera por las fuertes manos de Mark, quien se puso de pie de un salto y la agarró, rodeándola con un brazo a través de sus senos 34E.
Estuvieron así un momento hasta que el autobús se enderezó y pasó el peligro de caída. María le sonrió en señal de agradecimiento.
"No es necesario que vuelvas allí para quitarte el sostén", le devolvió el guiño Mark. "Estamos encantados de poder echarle una mano aquí".
Manteniendo su brazo derecho alrededor de la exuberante figura de María, usó su mano libre para encontrar la cremallera en la parte posterior de su pequeño vestido negro de diseñador y la deslizó hacia abajo. Casi con un solo movimiento, bajó los hombros del vestido hasta sus brazos, dejando al descubierto las enormes copas de su sujetador.
Mat saltó en ayuda de Mark cuando algunos de los otros vendedores de la agencia comenzaron a darse cuenta de lo que estaba sucediendo. "Puedo desengancharte eso, María", se ofreció, separando las dos mitades del tirante del sujetador.
Las tetas de María se tambalearon fuertemente cuando soltó las correas.
El autobús tomó otra curva, y algunos chicos más, Greg, Zach y Steve saltaron y se acercaron para estabilizar a María, sus manos terminaron ...

... "accidentalmente" en el pecho de María.
No hay duda de que si algún arcón podía albergar varias manos ese era el de María. Sus tetas no solo eran enormes, al ser copa E, sino que también eran pesadas, pero firmes.
“Será mejor que vayamos al asiento trasero”, declaró Mark y comenzó a guiar a María, con unos cinco pares de manos sobre ella, hacia la parte trasera del autobús.
María se tambaleó sobre sus tacones altos y sonrió mientras los chicos rápidamente la levantaron para que casi flotara y la depositaran con gracia en el gran asiento trasero curvo, que se extendía a lo ancho del autobús.
María todavía estaba en topless, con el vestido deslizándose hasta su cintura. "Parece que eso se interpone en el camino, déjame conseguirlo", dijo Lee, que se había unido a ellos. Deslizó el vestido de María por sus largas piernas y lo dejó caer en el siguiente grupo de asientos vacíos.
Dave y Jerry no se quedaron atrás, respirando profundamente al ver a la hermosa María tumbada en el asiento del autobús con solo su diminuto tanga y sus brillantes tacones altos.
Las grandes tetas de María se tambaleaban y rebotaban un poco mientras el autobús ganaba velocidad y se dirigía hacia la autopista. Estaba medio echada sobre Mark, con una pierna enganchada sobre la de él y sostenida por Mat en el otro lado. Los otros chicos se estaban agolpando.
Algunos de los otros miembros masculinos del equipo de ventas todavía estaban en la parte delantera del autobús, lanzando algunas miradas curiosas hacia ...