1. LAS TRES GRACIAS 4


    Fecha: 24/12/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Tati cuando le pida la “píldora del día siguiente…”
    -¡Uy tesoro! ¡Te llené la conchita!
    -No pasa nada mi amor, no estoy en días fértiles.
    -¿Seguro? – Estaba preocupado.
    -Sí, claro. Controlo muy bien, porque soy muy regular con mi período…
    -¿Seguro?
    -Segurísimo. ¿Cuánto hace que cogemos…?
    -Y…, unos cuatro meses… 
    -¿Cuántas veces en este tiempo?
    -Y…, algo así como 80 veces…
    -¡Nunca usamos condón y no quedé embarazada! ¡Lo tengo bien controlado!
    -¡Es cierto! ¡Sos un ángel! – De pronto me di cuenta. - ¿Hoy no estás apurada?
    -No, para nada. Papá salió con una de sus “amigas…”, vos sabés…, no se pierde ni una…
    -¿Tu viejo tiene mujer para cada día? 
    -Y…, si…, más o menos… - Volvimos a las caricias. 
    -Mamita…, mi amor…, subite encima…, sobre mi cara… - No podía desperdiciar sus flujos… aunque este mezclado con mi semen…
    	Ofelia se acuclilló sobre mi rostro, la sostuve por sus glúteos, para acomodarla según mi gusto… Y seguí hablando, alternando con mi lengua y mis labios, sobre su conchita y su anito. ¡Tantas veces lo horadé!
    -Decime…, esas “amigas” pueden confraternizar con tu padre en cualquier momento… ¿o tienen obligaciones que les impida juntarse con él?
    -No lo sé exactamente, pero papá se junta con alguna de ellas en algún día determinado… Quiero decir…, hoy por ejemplo con fulana…, mañana será con otra…, y así…
    -Si vos no estuvieras, alguna podría colaborar con tu padre en la ferretería…
    -No sé. ¿Por qué? – Yo seguía chupando, acariciando a su tiempo los ...
    ... glúteos, los pezoncitos, su espalda… - ¡Ay papito! ¡Qué rico!
    	La humedad no disminuía. Ofelia la seguía generando. No quiero que se canse de su posición. Me callé y metí la lengua con todo. Mordisqueé el clítoris con los labios. Sé el resultado. ¡Inevitable! La nena se estremeció y lanzó nuevamente sus juguitos… 
    	Nuevo paréntesis. Se acostó a mi lado. Seguimos con besos y caricias.
    -¿Qué…, ¿qué querés decir…, con el tema de las mujeres…?
    -Mirá…, ¿por qué no estás en la ciudad con tus amigas estudiando en el secundario?
    -Eeeehhh…, no sé. Nunca me dijo nada, nunca le pregunté. Cuando falleció mi mamá, papá cambió totalmente…, no me habló más…, quiero decir, no más que lo imprescindible… ¡Jamás volvimos a tener una conversación sobre algo que no fuera la ferretería o la vida diaria…! ¡Y a las pocas semanas estaba buscando mujeres!
    -Bueno…, de una y que no te confundas: ¡tenés que estudiar el secundario! ¡Sin la menor duda! ¡Le importe o no a tu viejo!
    -Es… que…, él necesita que me quede en el negocio…, cuando él sale…
    -¿Y te va a joder a vos por no poner alguna de sus amiguitas a reemplazarlo? ¡No puede ser! ¡Hablaré con él! – Extraña conversación ésta…, en medio de una ardiente sesión sexual con una hermosísima criatura… Nunca imaginé que me metería en alguna cuestión personal en un pueblo en el cual estoy totalmente de paso… ¿Por qué Ofelia me importa tanto? - ¡Tenés que seguir en la escuela! 
    -Dani…, por favor…, no lo hagas… No puede ser de otra manera, no quiero ...