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Con Ernesto en el pueblo
Fecha: 27/12/2023, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rafael, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Por primera vez me encontraba solo en la finca de mis tíos; mis padres habían decidido quedarse en casa durante las dos semanas de las fiestas navideñas. La finca quedaba en las tierras calientes a dos horas de Bogotá, cerca de un río en una zona bastante salvaje. Desde pequeño me gustó ir en esa finca, por sus animales, por los caballos, la belleza de la naturaleza. Pero sobretodo por estar con mi primo Ernesto que tiene 3 años mas de mí y siempre ha vivido en el campo con sus padres, trabajando desde los 14 años como un verdadero campesino. Siempre me ha impresionado su fuerza física y ahora, a sus 19 años, su cuerpo me parece aún más fuerte y desarrollado. Y, por qué no decirlo.... más atractivo ! Lo debo confesar, con el tiempo mi admiración se ha convertido en verdadera atracción sexual por mi primo Ernesto ! Cuando vengo en la finca, mi tía, su madre, me prepara una cama en el cuarto de Ernesto. Así desde pequeño hé podido ver las transformaciones físicas de mi primo, lo que, claro, ha contribuido a aumentar mi interés hacia él. Ya era mediodía y hacía muchísimo calor, por lo que mi primo decidió desvestirse por completo y dormir un rato la siesta. Espatarrado come estaba en la cama, y con su pollón y huevazos al aire, no puedo evitar comenzar a tocarme la polla mientras lo observo. Yo soy acostumbrado a pajearme todos los días, incluso más de una vez, así que el calentón que tengo acumulado desde mi llegada ayer casi no me deja pensar con claridad. Necesito ...
... saciar con Ernesto mi sed de macho ! Hé decidido que esa noche tenía que emborracharlo y calentarlo hasta que no pudiese aguantar más. Pero, ya que yo no estoy muy acostumbrado a beber, debo pensar en un plan para no perder el control de la situación y disfrutar de ese macho de película, mi propio primo, que tengo tan cerca ! Dormido como estaba, pude ver cómo su rabo crecía y se ponía duro, un pollón bastante gordo que a la vista alcanzaba al menos los 19 cm, venoso y con una cabeza brillante en la que debía saborearse una mezcla de sudor y precum. Sin poder aguantar más, y nublado por lo zorrita que me estaba poniendo, me acerqué a la cama y puse de rodillas para tener esa verga más cerca de mi cara. Me saqué la polla fuera del slip y empecé a pajearme sin parar, loco de placer por el olor a macho que me llegaba de su polla y sus huevazos. Por su respiración podía notar que aún estaba profundamente dormido, así que sin pensarlo más, me agaché y metí la cabeza de su rabo en mi boquita. Tuve que abrir la mandíbula al máximo del grosor de su polla, y me quedé un rato inmóvil disfrutando del momento que tanto había soñado. Salivando sin parar, y recorriendo su glande con mi lengua, pude saborear finalmente el pollón de mi primo. Mis sentidos del gusto y del olfato estaban totalmente colápsados por los restos de fluidos y feromonas de ese macho de mi propia familia, y movido por esa hiperexcitación, comencé a tragarme cuanta polla era capaz. Haciendo un esfuerzo para ...