1. Un viejo amigo de mi esposa


    Fecha: 17/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Al poco tiempo de casarme con mi adorada Anita, cada uno fue presentando al otro algunas antiguas amistades que no habíamos alcanzado a conocer durante nuestro noviazgo.Entre sus amigos, hubo uno que siempre me cayó bastante bien, porque era bastante simpático y algo zafado. Tenía la extraña característica de ser un tipo obsesivo con el sexo. Su conversación siempre giraba alrededor de ese único tema…Se llamaba Pablo, pero todos sus amigos le decían Pito.Apenas lo conocí, lo primero que hizo fue preguntarme por las habilidades sexuales de Anita en la cama. Pensé que el tipo estaba loco, pero al final terminamos hablando abiertamente de sexo…Terminó confesándome que siempre le había tenido ganas a mi flamante esposa. Me dijo que con solo pensar en el culo de Ana se le ponía la verga durísima y que se mataba a pajas imaginándose entre las piernas de mi delicada mujercita…No supe qué decirle, pero en ese momento me pareció algo divertido; hasta incluso paradójico, ya ese flaco parecía obsesionado con lo sexual, pero tenía una apariencia totalmente inocente…Una noche Ana lo invitó a cenar a casa.Pito se apareció trayendo un par de botellas de buen vino.La cena fue distendida, bebimos vino, reímos con sus bromas y terminamos tomando un café y conversando, por supuesto de sexo.Cada uno contó un poco lo que quiso. Fantasías, posturas, experiencias… pero mi mujercita, algo recatada, apenas se animó a contar cosas inocentes. Pito insistió en los detalles de las historias que contaba ...
    ... ella, hablando de un modo muy gráfico.El ambiente andaba cada vez más erotizado y caliente, cuando mi esposa, que llevaba una falda bastante corta, se levantó en dirección al baño sin darse cuenta de que se le había quedado subida y se le veía toda cola.Esto fue sin duda la llama que encendió la mecha de Pito, que ya venía bastante incontrolable. Al volver Anita, ya con la falda en su sitio, Pito se levantó y le contamos entre risas lo que había pasado.Ana nos acusó de que, después de hablar con tanta sordidez sobre sexo, nos asustáramos por ver un buen culo redondo.Su amigo entonces le pidió verlo de nuevo, para demostrarle que él podía contenerse. Mi mujercita me miró riendo, como buscando aprobación, y yo se la di sonriéndole también. Entonces se subió un poco el ruedo, pero Pito la tomó por la cintura y le levantó toda la falda, diciendo que antes lo había mostrado así.Ana lo regañó entre risas y ambos permanecieron de pie, mientras yo seguía sentado en el sofá. Continuamos hablando de sexo…Pito me preguntó por mi primera vez. Yo empecé a relatarlo todo con mucho detalle, pero en un momento me di cuenta de que algo raro pasaba. Anita estaba muy colorada y parecía transpirar.Seguí hablando, disimulando, hasta que empecé a sospechar que, por la espalda, sin que yo pudiera ver nada, esa mano escondida de Pito podía estar haciendo algo raro. Me puse de pie y efectivamente, pude comprobar que esa mano traviesa estaba debajo de la falda de Anita, acariciándole el culo, mientras ...
«1234»