1. Un viejo amigo de mi esposa


    Fecha: 17/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... seguía atentamente mi charla como si nada…No pude reaccionar. El tipo estaba manoseando a mi esposa en mi propia cara y se hacía el boludo como si no pasara nada. Y ella tampoco reaccionaba.De repente pude ver que la cara de Ana ya no reflejaba tanta incomodidad. Se estaba relajando con el manoseo de ese caradura, que ahora sabía que yo lo había descubierto…En lugar de detenerse o disimular, el tipo siguió, impasible. Luego, sosteniéndome la mirada, giró la cabeza para mirar directamente al culo de mi mujercita, como diciendo: “si, lo estoy haciendo…”Entonces, aprovechando mi falta de reacción, Pito levantó otra vez la falda de Anita y le dio varias cachetadas en el culo.“Qué hermoso culo, amiga… qué suerte tiene tu maridito, de poder cogértelo todas las noches…” Susurró al oído de mi esposa.Miré a Anita y la sorpresa fue detectar el momento justo en que ella se mordía los labios. Si, era inequívoco, parecía estar poniéndose muy caliente con toda esa situación.“Tranquilo, Víctor, no te pongas nervioso…” Me advirtió el turro.Yo me quedé de pie, mirando a Anita, que estaba con su cara colorada, sin poder entender si me pedía permiso o perdón. Sin darle tiempo a reaccionar, Pito estiró una mano y comenzó a frotarle la labia por encima de la diminuta tanga.“Flaco, te estás pasando de la raya…” Le advertí“Para nada… a tu mujercita le encanta esto…” Respondió.Entonces entendí que, este turro de apariencia tan inofensiva, se había cogido más de una vez a mi esposa en el pasado…Pito ...
    ... se agachó frente a mi mujercita, que ahora temblaba un poco y deslizó la tanga a un costado. Comenzó a darle lamidas a los labios vaginales, aumentando cada vez más la intensidad, hasta que a Anita se le escapó el primer gemido de placer. Fue entonces cuando decidí que ya no podía hacer nada para evitarlo. Mi delicada mujercita se había entregado a ese flaco, que iba a terminar esa noche cogiéndola como en el pasado…Pito comenzó a palparle el culo y a darle algunos sonoros cachetazos. También la humillaba, diciéndole cosas como:“Ahora vas a mostrarle a este cornudo de esposo cómo se porta una buena putita cuando tiene una buena verga adentro…”Ana no parecía estar muy preocupada, sino todo lo contrario; su cara de placer era indescriptible. Contestaba con monosílabos a las preguntas de su amigo: “Te gusta mi lengua, putita?” “Vas a gritar mucho con mi pija adentro de tu conchita?” “Vas a gozar con la culeada que te voy a dar…?”A todas sus preguntas mi mujercita contestaba que si, con la voz entrecortada, a punto de llegar a su primer orgasmo. Pito volvió a meter la cabeza entre sus muslos separados, haciendo un lento pero brutal trabajo de mordiscos, aspiraciones y lamidas…“Basta… me vas a hacer acabar, hijo de puta… por favor…”Gimió Anita, en voz muy baja, apenas audible.“Así me gusta, putita… que acabes para mí…” Sonrió él.Entonces le metió los dedos a fondo en la vagina ya empapada, provocando que a ella se le cortara la respiración y se doblara por la cintura, mientras un ...