Me cogió rico en la bodega del trabajo - Relatos Eróticos

Me cogió rico en la bodega del trabajo

... hiciera falta ya sabíamos que él iba a ser mi macho y yo su puta.
Tomo con una mano mi rostro para besarme y con la otra empezó a masajear mis nalgas, cada vez que  apretaba se acoplaba perfectamente al tamaño de mis nalgas, parecía que habían sido echas a la medida de sus manos.
Yo estaba súper excitado cualquier cosa que me hubiera pedido la hubiera hecho y no tardó en suceder, puso sus manos con fuerza sobre mis hombros me obligo a bajar al piso, me arrodilló y mientras se sacaba el pantalón acerco su verga a mi boca para darle unas mamadas.
Boca me faltaba para tremendo animal que me estaba comiendo, le mame lo mejor que pude y pareció gustarle al grado que tomo mi cabeza con ambas manos y me marcaba un ritmo frenético, su verga entro completa me llegaba hasta la garganta a veces no podía respirar pero eso poco le importo, comenzó a moverse más duro y estaba a punto de venirse en mi boca, trate de sacarla pero me sujeto del cabello y me lo impidió, por lo que grandes chorros de leche caliente llenaron mi boca mientras el gruñía como un animal salvaje.
Hasta su leche sabía deliciosa, por lo que no deje caer ni gota, arrodillado trate de reponerme un poco pero la acción no terminaba todavía.
Con una de sus manos me tomo y me levanto pareciendo que me iba a dar un castigo me aventó contra la pared más cercana y me ordeno quédate ahí puta.
Obedecí sin pestañear, nunca había estado en una situación donde mi rol era de total sumisión, pero pensando lo que me esperaba no ...

... puse objeción alguna.
Se acercó con una botella de crema que tengo, ya sabía dónde iba, se echó un poco en la mano, y bruscamente me empezó a lubricar el culo, ví de reojo como su verga alcanzaba una erección total mientras untaba la crema, yo también me empecé a excitar incluso antes de que me cogiera ya había soltado chorros de semen con el simple contacto de sus dedos en mi culo, tuve un orgasmo tan rico que solo pensar en lo que me faltaba me dejaba hacer lo que quisiera.
Empezó a introducir uno a uno sus dedos, desde el más pequeño hasta el más grande, dándome suave masaje tratándome como una reina, nuevamente pase a excitarme, después de un dedo empezó a meter dos al mismo tiempo mientras pequeños gemidos salían de mi boca, pensé que está vez iba a ser dulce la penetración por como me estaba tratando, pero no fue así, un animal no puede contenerse cuando ya tiene a su presa.
Al darse cuenta de que ya estaba dilatado mi culo empezó a arremeter como un león en celo incapaz de contenerse embarró de crema su verga y la colocó en la entrada de mi culo al principio me resistí, ya que aparte de grande también era bastante ancha, me dolía a pesar de estar dilatado, eso pareció excitarlo más ya que empezó a gemir muy fuerte mientras me sujetaban entre la pared y el empezó a meter cada vez más de su verga, me agarró de la cabeza la puso contra la pared y dejando ir su peso por completo me la metió toda, sentí dolor al principio pero comprendí que si no me relajaba iba a ser ...