1. EL PROFESOR ADECUADO


    Fecha: 18/01/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mano bajo la pollera!
    -Un poquito… - Ahora Rebeca lo confirmó.
    -¿Poquito o mucho?
    -Más o menos…, es lindo… - Habló Rebeca…, pero Eloísa asintió.
    -¿Meten los deditos?
    -Y… si…
    -Pero vos tenés pantalón… - ¡Ya sé lo que quiero!
    -En la escuela estoy con pollera, como todas. – Me había dirigido a Eloísa.
    -Y meten la mano…, más o menos…
    -¿Más o menos?
    -¡Más, más, es lindo! – Parece que Eloísa lo tiene más claro.
    -¿Se mojan?
    -Un poquito…, pero como nos sacamos… la bombacha… bueno… - Es Rebeca.
    -En el recreo, en el baño, nos secamos… - Eloísa lo confirma.
    -¿A ver? Esperá. ¿Cómo hacen? ¿Así? - Metí mano bajo la pollera de Renata. – Ahora tenés bombacha… y estás mojada…
    -Pero…, no estamos en la escuela… - Renata sonreía encantada. Con mis dedos corrí la bombachita. Los labios están cálidos y mojados. Se relajó y recostó en el respaldo de la silla. 
    -Aflojate el pantalón. – Miré a Eloísa. La amiga se desabrochó sin dudar. Al quedar flojo metí mano. El mismo procedimiento. También toda mojada. – Ambas están bastante húmedas. ¿Les gusta?
    -Si profe. Es que al acordarnos… no dio ganas… 
    -¿Está bien así? ¿Así lo hacen?
    -Claro, pero sin bombacha. – Ambas, reclinadas en el respaldo, abrieron las piernas.
    -Así lo hacen, ¿no?
    -Si profe…, usted…, usted lo hace muy rico. – Eloísa está dispuesta.
    -Por eso nos mojamos tanto… - Rebeca también está lista. 
    -¿Ustedes que les hacen? – Veré hasta donde llegan.
    -Y…, también los acariciamos…
    -¿Cómo?
    -Les apoyamos las manos entre ...
    ... las piernas. – Eloísa mira a los ojos. 
    -¿Cómo? Mostrame. - La nena no se anima a apoyar la mano en mi bulto, que está creciendo aceleradamente… -  Dale, dale. 
    Les tomé las manos a ambas y las apoyé sobre el pantalón. 
    -¿Cómo acarician? Háganlo igual.
    -Sí, así profesor, así. - Me empezaron a acariciar. El bulto se hizo tremenda carpa. 
    -¿Ellos se ponían así, como yo?
    -Más o menos. El suyo es más grande…
    -¿Se los ven? ¿Se lo sacan?
    -No, no. En el aula no…
    -Pero… bueee…, luego, en el recreo, vamos al baño y allí se los sacamos… - Ambas se alternaban en los detalles…, con agrado…
    -¿Qué hacen?
    -Lo acariciamos…
    -¿Nada más?
    -Le damos besitos.
    -¿Se lo meten en la boca?
    -A veces sí. - Las nenas seguían reclinadas, recibiendo mis caricias y mis dedos. Mi pija temblaba de deseo…
    -Bueno, corran el cierre y sáquenla afuera, como hacen con los chicos. -  No lo dudaron. En un segundo la pija está al aire.
    -¡Uy! ¡Qué grande! – La exclamación fue de Eloísa.
    -Demasiado. ¿Entrará en la boca? 
    -Y…, no sé. – Ambas intercambiaban opinión. 
    -Bueno, prueben. Agáchense entre mis piernas, besen… y chupen… - Veremos qué pasa. La tenía a punto. En un minuto les llenaría las bocas. – Si, así, abran bien la boquita con la lengua afuera. 
    Las mamadas fueron de profesional. ¡Aaaahhhh…! Les derramé una buena cantidad de sacudidas. Las nenas se lo repartieron sin la menor duda. Se nota que estaban acostumbradas a tragar semen. En el ínterin, no dejé de meterles los dedos. A la medida de ...
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