EL PROFESOR ADECUADO - Relatos Eróticos

EL PROFESOR ADECUADO

... mi orgasmo, ellas tuvieron los suyos.
-¡Uuuuummmm! ¡Si! ¡Síííí! ¡Es ricaaa! - ¡Están eufóricas!
-¡Síííí! ¡Muyyyy rica! – La saborearon y me limpiaron la pija con prolijidad…
-¡Nos gusta mucho estudiar con usted, profe…! 
-Me alegro. Ahora vayan al baño y límpiense. No digan nada a nadie.
-No, profe, a nadie… - En ese momento estuve seguro que Felisa les había dicho en que consistían las “clases”.
-Ni a los novios… 
-No, claro. - Se fueron contentas al baño. Volvieron perfectamente “alineadas”. – Vayan a casa. 
-¿Podemos venir el próximo sábado? – Las chicas quedaron entusiasmadas.
-Tienen que pedirle a Felisa que les explique cómo deben preparar la colita… ¿entienden?
-¿Si? ¿Cómo es eso?
-Ella les explicará. - Les abrí la puerta, salieron contentas y se fueron, ya anocheciendo. 

	Durante la semana, como tantas otras veces, me ocupé del “recorrido” standard: martes con Dalia, Claudia y Amalia; miércoles, Lorena; jueves, Carla y Angelita…; viernes…, descanso…, bueno, no tanto…, Ofelia a la media siesta, como todos los días… Ya había hablado con el padre, como cosa mía. El próximo año iría al secundario, un año más atrasado, pero estoy seguro que lo recuperará, de eso me voy a ocupar. Para mí es como si fuera mi hija…, bueno…, muy morbosa…, una hija con permanente refregadas, con el placer por ambas partes…
Todo bien… Había hablado por teléfono con las madres de Rebeca y Eloísa. Vendrían el sábado. También me hablaron ellas, el mismo lunes. ¡Felisa les había ...

... dado las instrucciones anales! ¡Todo al pelo!
Las nenas, hacia las cinco de la tarde, estaban puntualmente en casa. Vinieron con la mamá de Eloísa…, un hembrón de la gran puta, tal como sería la hija en un par de años. No sé me había ocurrido…, no pensé en las madres. Estaba con el clásico pantaloncito de futbol de anchas piernas. Y con la pija bien parada, producto de mi paja previa, para recibir a las chicas. Traté de simular, sin abrir demasiado la puerta. No sé si la mama se dio cuenta… 
Al fin, por suerte, no pretendió entrar. Y me dijo que las tuviera todo el tiempo que sea necesario para enseñarle “física y matemática”.
Una vez cerrada la puerta fui al grano. Primero es lo primero: saqué la pija por la pierna izquierda. Las nenas ya lo sabían; seguro que Felisa se los dijo. Se arrodillaron inmediatamente y se dedicaron a mamar, con dedicación y esmero…, unos minutos. Las erguí y las llevé a la habitación.
-¡Uy que lindo! - No conocían mi dormitorio.
-¡Cuántos espejos! ¡Qué lindo! ¡Cómo se ve todo!
-Hagan striptease y bailen mientras se desnudan. - Ya tenía la rítmica música preparada. 
-Profe…, queremos pedirle algo…, sin compromiso…, ninguno… 
-Usted es una persona muy seria, no queremos molestarlo…
-¿Qué pasa? – Me había sentado en el borde de la cama, para apreciar el espectáculo…
-Es que…, queremos hacer un video… cuando usted…, bueno… esté con nosotras…
-En una palabra: ¡quieren filmar cuando cogemos…!
-Y…, si…, nos gustaría tenerlo de… bueee… de ...