Enculada en la playa - Relatos Eróticos

Enculada en la playa

... pequeños, por no haber alcanzado todavía su pleno desarrollo adulto, y coronados por un hirsuto pero aún escaso vello púbico. Ello reforzó mi seguridad, pues sabía que mi verga plenamente erguida resultaría la más grande de las cuatro.

Algo no tardaría en suceder, pues la visión de aquella triada de pollas imberbes que escupían gotas preseminales, estrujadas por sus manos, me puso muy cachondo y la sangre comenzó a inundar los capilares de mi miembro. La erección era inminente.

- "Quién quiere tocamerla ?"

De nuevo el rubio tomó la iniciativa y me la sujetó entre sus dedos con delicadeza. La acarició y deslizó el prepucio hacia atrás, liberando el glande. Una primera descarga de placer se extendió desde mi sensibilizada polla hacia mis huevos, recorriéndome toda la entrepierna.

- "Vamos - le dije - sin miedo."

Comenzó a masajeármela, como hacía su amigo con él, logrando ponérmela dura con rapidez hasta alcanzar un tamaño que entusiasmó a los tres chicos. Me la pajeó con decisión, lo que animó a los otros dos a cascársela con mayor entusiasmo. De inmediato, extendieron sus manos libres y las posaron sobre mi polla excitadísima.

- "Oh... siii... eso... - les dije - ustedes son unos auténticos viciosos... verdad ?"

Los tres muchachos se afanaron en magrearme el miembro, acariciarme el glande, estirar mi prepucio y masajearme las pelotas. Me sentía en la gloria.

- "Alguno me la quiere comer ?", pregunté, respirando con agitación.

Observaron mi gorda y ...

... dura polla, brillante por el fluido preseminal que goteaba desde la uretra. Se miraron entre ellos. Esta vez el gordito moreno fue el más decidido. Colocó sus labios sobre el glande y deslizó la boca hacia abajo formando un húmedo y jugoso anillo de carne. Logró meterse la mayor parte de mi pene dentro y con habilidad - sin duda adquirida por la experiencia - me lo sujetó por la base con la mano y empezó a mamarlo.

- "Si, joder ! Qué bien lo haces... Sigue, sigue así."

Acto seguido, sus dos amigos se sumaron, compitiendo entre si para chuparme, lamerme y mordisquearme la polla y los huevos. Al tiempo sentí como un dedo se introducía entre mis nalgas y jugueteaba con mi ano, dilatándolo hasta lograr penetrarlo. Detrás de él vino otro dedo - no sé si de la misma mano o de otra -, y luego otro más, hasta que perdí la cuenta de los que acabaron metidos dentro de mi culo.

- "Oh, dios !... Si que son unos auténticos viciosos. Niños... me están poniendo a cien ! Les gusta mi polla, verdad ? Les encanta comermela ! Ufff !..."

No respondieron nada, salvo gemidos y murmullos incomprensibles, pero su afán por devorarme los genitales fue suficiente respuesta. Los tres chicos no dejaban de mamarme la polla, masearjarme los huevos y penetrarme el culo con sus dedos.

- "Ah, joder ! Me estan enloqueciendo, putitos ! Quiero follarlos ! Quiero meterles la polla en sus culitos estrechos ! Quién quiere que me lo folle primero ?"

Esta vez el pelirrojo delgado fue el más rapido. ...