Su puta mariana - Relatos Eróticos

Su puta mariana

... semen que llevaban sus enormes pelotas y lo arroja profundamente. mi útero.
Intento desesperadamente atraparlo en mis manos mientras se escapa de mi coño y gotea por mis piernas.
"¡Bebe!" Grito cuando su polla bombeando me llena hasta desbordarme. "Tu preciosa semilla, la quiero toda. ¡Ojalá pudiera tener tus bebés!"
Mis piernas comienzan a temblar cuando el primer orgasmo me golpea mientras el semen espeso y cremoso  corre por mis piernas. Paso mis manos por mis piernas y recojo todo lo que puedo en cada mano, y lamo el semen  de mis dedos mientras otro par de orgasmos me hacen cerrar los ojos y disfrutar de las sensaciones mientras me sacan videos en vivo y fotos llamando me puta madre pendeja si lo soy les decía .
Después de un rato, mi caballo se acomoda y su fantástica polla se desliza fuera de mi coño con un chorro de agua.
Envuelvo mis brazos alrededor del cuello de Herman y le doy un fuerte abrazo. Mi falda vuelve a caer pero está manchada con semen de caballo, así que simplemente la quité y la cuelgo sobre la cerca, dejándome completamente desnuda.
Hay una ducha exterior al final de una de las filas de establos, así que con una risa encantada me acerco a ella con mis grandes tetas saltando para limpiarme antes de mi siguiente parada.
"¿Qué sigue, nena?" Llamo a mi esposo mientras froto lentamente mis manos sobre mis regiones inferiores bajo el chorro de agua fresca y clara.
"Tenemos un perrito en el cobertizo A que está ansioso por conocerte, zorra", ...

... respondió. "Pero no vamos a hacer la posición del perrito".
"Mmm, está bien, ¿cómo se llama?"
"Stevie."
"Bien, tírame una toalla y conozcamos a Stevie".
Me sequé con una toalla y seguí a mi esposo hasta el cobertizo. Stevie resultó ser un cruce de Collie de pelo corto blanco y negro que deambulaba y olía los muchos olores del cobertizo. Trotó tan pronto como entramos, yendo directamente hacia su esposo antes de ver a la chica desnuda. Tuve que reírme porque Stevie parecía saberlo, ya que metió su hocico justo en mi coño.Mi esposo tomó mi mano y me llevó hacia donde ya había colocado una alfombra suave en el medio de la habitación. Me hizo sentar en la colchoneta y llamó a Stevie para que pudiera acariciarlo y comenzar a sacarle la polla de perrito. No hizo falta mucho: su polla muy rosada creció rápidamente mientras me daba varias lamidas entusiastas.
Tan pronto como mi esposo vio que Stevie se estaba excitando, me hizo recostarme en la colchoneta boca arriba, separar las piernas y llevar las rodillas casi hasta las orejas, exponiendo completamente mi coño y abriendo la entrada de mi coño.
Agarró a Stevie por el cuello, lo hizo caminar y lo condujo entre mis piernas, dejando sus patas traseras contra mis nalgas con sus patas delanteras a mi lado, mi pecho derecho descansando contra su pierna. Su polla rosada era bastante larga y se veía tan hermosa, apuntando a mi coño. De repente tuve uno de mis fuertes impulsos animales e involuntariamente empujé las caderas para levantar mi ...