Su puta mariana - Relatos Eróticos

Su puta mariana

... con sus ásperas manos de granjero y hundió su polla más allá de mis labios, dentro de mi boca y bajando por mi garganta.
Mientras me follaba por la garganta, fui vagamente consciente de que mi esposo se movía entre la multitud instándome y animándome, con los pantalones y las camisetas desechados y las manos explorando mi cuerpo.
Mis grandes y pesadas tetas fueron abofeteadas de lado a lado y se balancearon hacia arriba y hacia abajo mientras las manos se deslizaban entre mis piernas y uno, dos y luego tres dedos entraban en cada agujero.
Me presentaron otras pollas para que las chupara, mis manos estaban envueltas alrededor de postes duros y en algún momento me levantaron fácilmente y me depositaron sobre una polla mientras otra penetraba mi ano.
Perdí la cuenta de cuántas veces se insertaron pollas en mis agujeros de puta, liberando sus cargas de semen dentro de mí y luego retirándose. Un par de chicos se masturbaron en mi cara, salpicándome también el pelo y las tetas con su sustancia blanca y pegajosa.
Todo el tiempo mi esposo los animó a follarme más fuerte y más rápido, a tratarme como a su esclava sexual, a usar mi cuerpo para su placer.
Después de un rato hubo una pausa cuando los hombres se giraron para mirar a mi esposo conduciendo a un pastor alemán hacia mí, todavía con un par de chicos empujando sus pollas en mi cara mientras yo montaba un tercero.a doler y sentí un grito que comenzaba en mi garganta mientras me preguntaba cuándo el nudo del perro ...

... alcanzaría su tamaño completo. Pero la polla que atravesó mi boca y bajó por mi garganta la sofocó y todo lo que pude hacer fue soltar pequeños jadeos cuando su polla retrocedió sólo para sentirla hundirse de nuevo.
No sé cuánto duró el nudo de Brutus, sólo que otras cinco pollas fueron forzadas a bajar por mi garganta durante ese tiempo.
Mi culo y mi coño estaban tan llenos de polla, tanto de perro como de hombre, que apenas podía sentir nada. Pero finalmente Brutus se relajó y su polla se deslizó fuera de mi culo con un fuerte "plop" y un río de semen de perro pareció explotar también.
Sin embargo, mi esposo estaba listo y tomó la mayor parte en un vaso, que me entregó.
"Bebe Mariana", gritaron los chicos.
"Puta hasta el fondo", se rió otro.
Me lamí los labios y saboreé el vaso alto de semen de Brutus, bebiéndolo lentamente.
"¿Alguien tiene un cazador de esperma?" Yo pregunté.
Uno de los chicos que había estado acariciando su polla dio un paso adelante. "Aquí tienes otra carga, perra pervertida", dijo mientras un chorro de jugo de su polla golpeaba mi nariz y mi boca. Me las arreglé para atrapar un poco.
"Ahora vamos a ver si puedes hacer un trío con dos hombres y un caballo, puta", me dijo mi esposo.
Un par de tipos me agarraron por los brazos y me sacaron de la habitación por una puerta lateral directamente a los establos, donde había alrededor de una docena de puestos. Sin embargo, sólo tres de ellos estaban ocupados por caballos.
Me llevaron al segundo puesto donde ...