-
Mi primo, el soldado
Fecha: 18/02/2024, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rafael, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... me atraía verlo a él ! De pronto Carlos metió su mano dentro de su truza y comenzó a cariciarse por dentro, hasta que enseguida bajó el elástico y saltó su miembro afuera blandiendo el aire. Era una enorme barra de carne parada oscilando que me hizo exclamar : " Oooohhhh !" Pues nunca había visto el miembro de un hombre adulto. "Carlos... que grande lo tienes !", exclamé. Él me miraba sonriendo maliciosamente, y luego miraba su pinga, como invitándome provocativamente a degustar algo que yo no sabía. Comenzó a pajearse más. Pues era claro que le excitaba hacerlo delante de un chico más joven con los ojos asombrados que no perdía detalle. Su mirada era malicosa y Carlos me sonreía pareándose como si fuera la cosa más natural del mundo. La TV seguía su programación, que yo no veía, obsesionado por el espectáculo en vivo de mi primo. Me asombraba la cabezota rosada de su glande que descubría, su grosor y tamaño con una ligera curvatura. Él me miraba con deseo, porque antes que yo había descubierto que tenía tendencias homosexuales y no dejaría pasar la oportunidad. Se levantó y se quitó totalmente el calzoncillo y volvió a sentarse. Quedé pasmado : mi primo estaba totalmente desnudo y sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo. Ya no se agarraba el miembro, y este solo se movía como si tuviera su vida propia. Yo estaba en la silla, con mis rodillas juntas y una mano en mi boca por la sorpresa. Entonces Carlos me preguntó si queria jugar con su pija. - "Es un juego nuevo ...
... que te va a gustar Pablito !" Me pidió que le ayudara a pajearse diciéndome que eso ra bien rico y que me iba a enseñar. Que si quería ser soldado tenía que aprender muchas cosas, que eran solo cosas de hombres ! Rescostado en la cama como estaba, me ordenó : - "Venga soldado ! Va a cumplir mis ordenes !" Yo me levanté, me acerqué hasta estar entre sus piernas abiertas, parado muy firme, esperando sus ordenes. - "Saluda a la bandera !", y se puse la mano en la sien como saludo militar y yo lo imité. Así que a mis 15 años estaba muy firme saludando el mástil sin bandera de mi primo, el soldado conscripto. - "Ahora, soldado, posición descanso !", ordenó, y yo abrí mis piernas poniendo las manos atrás muy quieto. Carlos se acercó a mi, me agarró mi pierna a la altura el muslo, subió hasta entrar bajo mi short y me apretó mi pene, lo que me hizo estremecerme hasta mi entrepierna y después mi culito. Ese manoseo comenzaba a excitarme. - "Ves, Pablito, me descia, es rico pajearse..." Siguió su manoseo un buen rato y luego dijo : - "Ahora te toca a ti..." Me tomó la mano y me hizo pasarla por todo su pecho blando hasta su abdomen... hasta llegar a su pene. Al tocarlo me estremecí : lo sentí caliente, suave pero muy firme... Me enseño el movimiento que quería, retiró su mano y me dejó solo. Me esmeré en darle gusto, aprendí rapido a frotarle - acto que repetiría muchas veces en el futuro -. Pero en esa tarde me entregué completamente a su tranca. Mi mano se movía de ...