Mi primo, el soldado - Relatos Eróticos

Mi primo, el soldado

... arriba abajo, descubriendo su glande rosado y oloroso... Luego lo hice con las dos manos pues su verga era enorme. Sentía en ella todo el vigor de su juventud.

Luego Carlos me hizo arrodillar y dijo que iba muy bien, que era obediente y que la formación militar continuaba de otra manera. Ahora la orden era que debía chuparsela. Lomiré y obedecí al momento. Abrí mi boca y me metí su miembro. Con solo el glande me llenaba ! Tuve arcadas peroluego me fui acostumbrando.. Entonces Carlos se puso de pie y en esa posición seguimos bastante rato. En esa posición, acostumbrándome, fue más fácil meterlo hasta la profundidad de mi garganta, pero solo unos minutos porque me cortaba el aire. Entonces ocurrió que me agarró la cabeza con ambas manos y comenzó a follarme rápido... De pronto me llenó con algo que salía de su verga... Pensé que me orinaba. Quise salirme, pero Carlos no me dejó. Tragué varias veces y cuando me la saco, lo que me chorreaba lo recibí en mis manos y lo observé con curiosidad. El me dijo :
- "Pablito es la leche de macho ! como primo mayor te la regalo..."

Se fue al baño un buen rato mientras yo sentado en el suelo miraba, olía y probaba ese liquido espeso y blanquecino. Luego regresó y se sentó en la cama, me atrajo hacia él y me abrazó diciendo :
- "Que rico eres Pablito !... Conmigo vas a ser muy feliz !..."
Con sus labios busacaba afanosamente los míos para darme el beso más fuerte y apasionado de mi vida, mientras me abrazaba con sus fuertes brazos. ...

... Luego sus manos me bajaron mi short hasta las rodillas y Carlos apretó mis desnudas nalgas con fuerza. Las abría y cerraba. Todo ello sirvió para que yo me excitara rapidamente. Mi pequeño miembro comenzaba a elevarse. Movió su mano en dirección a mi raja y con los dedos buscó mi ano. Cuando lo halló, con un dedo fue penetrándome con firmeza. Al hacerlo yo aspiré aire sorprendido. Nadie me había tocado ahí !
Con mi cuerpo pegado al suyo sentía todo el calor de macho que emanaba.

Todo este cúmulo de sensaciones, me tenía totalmente transformado, no me dejaba pensar. Yo no me daba cuenta que me estaba convertido en el marica que le daría gusto todos los sábados durante cuatro años. Carlos me iniciaba como el putito que él necesitaba para vaciar toda su producción de esperma? que por el tamaño de sus bolas siempre fue abundante. Pero esa primera vez todavia yo no sabía todo eso y solo me dejaba llevar. Me quitó la ropa totalmente, quedando esparcida en el suelo. Asi encuerados nos revolcamos en la cama besándome, abrazado por sus brazos y piernas, no dejó un solo espacio de mi cuerpo sin acariciar mientras su lengua se movía dentro de mi boca.

Mas adelante me puso en cuatro, al filo de la cama, con su pene a las puertas de mi ano. Yo estaba ya dispuesto a realizar un sacrificio que la patria me debería por una eternidad. Cerré mis ojos, cuando comencé a sentir que la punta de su miembro se trataba de abrirse paso entre mis nalgas, para llegar a las profundidades de mi ser. ...