DESPEDIDA 2 - Relatos Eróticos

DESPEDIDA 2

... de horas para descansar. No sé si iré a lo de esta mujer. Veré que dice Lorena. Por el momento descanso. Y me dormí. Un par de horas más tarde, más o menos, al despertar vi durmiendo a mi lado a Lorena. A mi espalda, abrazándome, está Karina. A los pies de la cama están Ricky y Natalia, dale que te dale. ¡Cogiendo como si recién empezaran! Creo que no deben haber dejado de coger desde que la desvirgué. El chico no tiene problemas para acabar, tal como la nena. Ambos están muy contentos, embardunados de semen y flujo.
Acaricié a Lorena. Abrió sus ojos, me sonrió y me besó.
-¿Descansaste? Los chicos te hicieron trabajar bastante… ¡Jajaja! 
-Y… parece que no terminó la cosa…
-¿Qué pasa?
-Me dijo Ricky que lo llamó la mamá…
-¡Me imagino! – Lorena reía.
Le conté lo que habíamos hablado.
-Vos la conocés, ¿qué tal?
-Muy buena, muy solidaria. Y muy linda. ¡Te va a gustar!
-Me dijo que podría ir con vos…
-¿Qué “podrías”? No que lo fuera…
-Yo quiero ir con vos. No quiero aparecer de una. Vos me podés presentar. Será mejor. 
-¿Y los chicos?
-Los dejamos en tu casa, como empezó todo. Al final van a estar mejor. Ricky tendrá un hermoso trío…
-No dejó los agujeros de la hermanita ni un minuto… ¡Jajaja! – Lorena está contenta y cariñosa. Lo tenía claro. ¡Ahora el trío sería mío! – Bueno, vamos. 
Nos levantamos y tomamos la ropa.
-Chicos, nos vamos. ¡Vístanse! – Con Lorena resolvimos no bañarnos. El olor a sexo sería motivador, además de muy rico. – Luego se bañan en ...

... casa. Nosotros vamos a ver a la mamá de Nati.
-¡Bárbaro! – Ricky exclamó contento.
Todos en la camioneta. Primera parada en lo de Lorena. Bajaron los chicos y seguimos un par de cuadras. Allí todo está cerca. Seguro Ricky le debe haber dicho a la madre que íbamos.
Efectivamente. Nos esperaba. Se llama Zulema. Bajamos y fuimos hacia ella, parada en la puerta. 
Hermosa, verdaderamente. Se había preparado. Un hermoso vestido celeste de tirantes, con hombros y cuello descubierto, generoso escote y escaso vuelo. Solamente cubría la mitad de los muslos. Si bien la falda era volátil, el resto muy apretado, tanto en tetas como cintura y caderas. 
Zulema y Lorena se saludaron como amigas de toda la vida, aun cuando nunca me la había nombrado. Tal vez para evitar competencia. Zulema era riquísima y tentadora. Natalia sería como ella. Me dio un par de besos en las mejillas, muy cerca de las comisuras, acariciándome el cuello. 
Entramos. Todo muy ordenado y grato. Música suave y romántica, luz tenue y aroma a jazmines. No sé si taparía nuestro olor a sexo. Zulema parecía muy complacida por nuestro arribo. 
Le dijimos que dejamos a los chicos en lo de Lorena y que luego los traeríamos. No se hizo ningún problema. “Sé que siempre están a gusto allí”. Lorena sonrió. 
-Cuando Karina viene acá, también lo hace muy contenta. Ricky la quiere mucho… y Nati también. – Lorena lo confirmaba.
No sentamos en cómodo sofá. Lorena se sentó en el de un cuerpo y me dejó el grande para mí…, y para ...