1. Me confesé a mi madre


    Fecha: 01/04/2024, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Jago150, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mamá.”
    
     Fuimos y cuando estábamos estirando las sábanas de abajo mi madre vio una mancha que sabía perfectamente que era, es decir, era un poco de semen seco de la última paja que me hice ayer noche, precisamente pensando en ella.
    
    En ese momento me dijo: “Vamos a cambiar las sábanas hijo, que se nota que aquí duerme un hombre” y sonrió como quitándole hierro al comentario que acababa de hacer. Quitamos las sabanas y pusimos unas nuevas y las metió en la lavadora. Fue al baño para coger más ropa sucia para terminar de llenar la lavadora y vino con mis últimos slips en la mano, los cuales sabia yo que estaban llenos de semen reseco. Otro par de pajas que me había hecho en su honor días atrás.
    
    Mi madre me miro y me dijo: “Hijo te cuento en confianza que tu padre y yo ya dormimos separados muchas noches y que solo lo hacemos juntos cuando el me busca como mujer y la verdad le estoy cogiendo un poco de asco, supongo que será el montón de años que llevamos juntos”, me dijo ella.
    
    “Te ruego que guardes el secreto de lo que acabo de decirte y que quede entre nosotros”.  A un hijo normal esa noticia le preocuparía, a mi no, a mí me gusto oírla.
    
    La cafetera comenzó a ebullir y ella apagó el fuego. Se dirigió a coger las tazas de la estantería y se puso de puntillas, no tardé en reaccionar y en acercarme a ella pegándome a su cuerpo de nuevo por detrás y alzando mis manos para coger yo las tazas. Volví a pegar mi polla contra el culo de mi madre y esta vez noté como ella ...
    ... empinaba y apretaba su cuerpo contra el mío, yo apreté también mi pelvis contra ella y fueron unos segundos en los que los dos supimos perfectamente que estábamos haciendo. La imagen de mi madre de puntillas sobre sus pies con sus gemelos tensos y su falda que al empinarse había subido un par de dedos más hacia arriba era terrible para mí y para mi ereccion. Mi madre sirvió el café y me dijo: “de la leche te encargas tu hijo, yo solo quiero que me lo cortes con un poquito”.
    
    Yo no salía de mi asombro, fui a la nevera y saqué el tetra brick y me dirigí hacia ella y le serví la leche en su café.
    
    Yo estaba cada vez mas excitado y le dije: “Vámonos al sofá a tomarlo juntos”, lo cual hicimos. Al sentarnos el uno junto al otro a mi madre se le subió la falda bastante, dejando sus muslos al aire. Ella se dio cuenta de que estaba enseñando las piernas más de lo convenido, pero no hizo nada por remediarlo, al revés las abrió un poco y observó como yo me estaba fijando en ellas y no dijo absolutamente nada.
    
    Yo me había sentado a su lado y me atreví a no disimular la tremenda erección que ya tenía y en lugar de cerrar mis piernas o de esconderla me senté girado hacia ella ofreciéndole una visión completa de mi entrepierna y del tremendo bulto que se notaba ya en mis pantalones.
    
    Mi madre hablo: “Hijo, nosotros tenemos que confiar mucho el uno en el otro y debemos ser capaces de tener nuestros temas de conversación, de los cuales no debemos decir nada a los demás”.
    
    “Estoy ...