La Fascinación de lo Desconocido - Relatos Eróticos

La Fascinación de lo Desconocido

... quería más.

Con los ojos cerrados, note cómo separaba mis piernas. Una pequeña punzada de dolor cruzó mi rostro al sentirlo recoger los restos de su semen que todavía chorreaban fuera de mi coño. Limpió lo mejor que pudo sin mirarme a los ojos en ningún momento. Al terminar, soltó el agarre que tenía en mis muñecas con su cinturón y se puso de pie para ajustárselo nuevamente en el pantalón. En ese momento fui consciente que no se quitó ni una prenda, solo había aflojado el botón y la bragueta de su pantalón. Verlo de pie, completamente vestido, impoluto, como si nada hubiera pasado, me hizo volver a la realidad. La vergüenza me inundó. Yo seguía desnuda, tirada en el suelo, despeinada y adolorida en varias partes del cuerpo.

Intenté ponerme de pie rápidamente, pero mis piernas me fallaron y volví a caer de rodillas. Eso pareció divertirle y un intenso rubor rojo cubrió mi rostro. Volví a intentar levantarme, esta vez con más calma. Lentamente caminé hasta donde estaba mi sudadera tirada en el suelo y me la puse. Coloqué la capucha sobre mi cabeza intentando ocultar mi desordenado cabello y también mi rubor, mis mejillas ardían.

Trate de tranquilizante un poco para emprender el camino de regreso, observando de reojo cómo él hacía lo mismo, siempre a mi lado. Ninguno de los dos dijo una sola palabra durante todo el trayecto. Al llegar a la entrada del parque, nos dimos una última mirada antes de tomar caminos distintos, sabíamos que esto había sido algo de solo una ...

... vez, una casualidad de la vida, de esas que te regala cuando todo es demasiado jodido.

Avancé lo más rápido que pude, tratando de alejarme de ese parque, de ese hombre y de esa versión mía que acababa de conocer. El frío era punzante y estaba algo lejos de mi casa, metí las manos dentro de los bolsillos de mi hoodie intentando sin éxito buscar algo de calor. El trayecto estuvo dominado por imágenes como flashes de cómo ese hombre me había follado. El leve dolor entre mis piernas por ser penetrada tan bruscamente no me ayudaba a pensar en otra cosa.

Cuando entré al portal, el sol comenzaba a asomarse entre la oscuridad. Debían ser aproximadamente las 5:00 am. Cerré la puerta y me dejé caer sobre el sofá de la sala, buscando procesar todo lo que había sucedido, lo que había experimentado, lo que había hecho, mientras poco a poco, por primera vez en muchos días, lograba quedarme dormida sin mucho esfuerzo, sin pensar en nada que me afectara anímicamente, solo con el recuerdo de aquel hombre que palpaba aun en mi piel, dejándome anhelando más de esa brutalidad que solo él me había podido ofrecer, con el coño chorreando su semen, el de un desconocido.

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Hola, esta es mi primera historia compartida al público y me encantaría leer sus opiniones, pueden hacerlo a bellerelatos@gmail.com. Aún no sé si debo continuarla o dejarla finalizar como esta. Tengo algunas ideas, pero no estoy segura. Espero que les guste e intentaré mejorar con cada ...