La Fascinación de lo Desconocido - Relatos Eróticos

La Fascinación de lo Desconocido

... violento, un -Dioooooos, - fue lo unico que pude decir casi a modo de una súplica. Inhalé con fuerza, conteniendo un gemido mientras me penetraba con intensidad, sintiendo cómo mi cuerpo en ese momento era tratado al igual que una muñeca y eso me estaba encendiendo a un modo que nunca imaginé.

No había espacio para la delicadeza; él quería poseerme con fuerza y brutalidad. Sus embestidas eran rápidas, violentas, como si estuviera cavando en lo más profundo de mí con ansias de correrse rápidamente y yo lo deseaba, queria más y mas, era su puta por una noche, solo podia pensar en su polla taladrandome. Nunca había experimentado esa sensación con anterioridad, mi coño estaba disfrutando esa manera de ser usado, - más, más, por favor más duro, cogeme mas duro, - gritaba en mi mente, pero solo salian gemidos de mi boca. No podía controlar los gemidos, estaba a punto de explotar, el volvió a tomarme del cabello y de un fuerte tirón me hizo levantar el torso, rodeo mi cintura con la mano libre mientras tiraba de mi hasta deja mi espalda pegada a su pecho nuevamente, la mano que sostenía mi cabello se desplazó hasta mi cuello y volvió a generar esa deliciosa presión, el aire entraba con dificultad, su otra mano busco uno de mis senos, lo apretó tal si fuera una masa inerte de carne,.

 En ese momento, éramos dos extraños follando salvajemente. Él podía exigir cualquier cosa, y yo habría obedecido sin dudarlo. La brutalidad de sus embestidas seguía firme, me encontraba perdida, ...

... sus movimientos bruscos me dejaban sin aliento. Sus gruñidos y maldiciones llenaban el aire, avivando aún más las sensaciones de mi cuerpo, era su puta, su zorra, su objeto de placer, siendo usada en un parque, de madrugada, sin saber ni siquiera su nombre. Él gemía, maldecía, suspiraba a centímetros de mi oído, todo era tan lascivo y violento.

Su voz ronca y entrecortada, llena de deseo y ansias, susurrando algunos insultos al aire por la excitación, termino de estimularme. Aumento la presión en mi cuello con su mano, mi coño se contrajo, los espasmos me nublado, logrando que llegara a un fuerte orgasmo, evidente por el sonoro gemido que salió desde mi garganta, solo alcance a escuchar un – Joder, - seguido de un gemido antes de notar como llenaba mi coño con el primer chorro de semen, se apretó con fuerza a mi cuerpo con ambas manos mientras salían chorros de semen caliente directo en mi interior, las ultimas embestidas fueron disminuyendo la intensidad, aun estremeciendome al sentía su semen caliente inundar mi coño.

No sé cuánto tiempo pasamos de rodillas, pegados, saboreando los intensos espasmos provocados por esa brutal follada. Su pene, ya semi-flácido, se deslizó fuera de mí justo cuando me soltó, haciéndome perder el equilibrio y caer sobre el césped húmedo. Todavía me sentía perdida, con las manos aún atadas a mi espalda, tirada en el suelo, con un hilo de semen saliendo de mi coño y la piel perlada de sudor. Me costaba respirar, aún no había vuelto en mí, aún ...