Al fin mi esposa folló con un amigo (2) - Relatos Eróticos

Al fin mi esposa folló con un amigo (2)

... mujer. Quién como Javier que disfruta sin problemas de este cuerpo divino.
−Bahhh, Rocío también tiene un bonito cuerpo, aparte que es hermosa. Estoy seguro que la follarás todos los días y más aún con ese garrote que cuelgan entre tus piernas, jajaja.
─No creas encanto – le respondió Miguel ─ ella no es como tú tan arrecha, tan caliente.
−Jijiji, bueno, tú ya sabes cómo es mi naturaleza… ven, ven para acá papacito, en estos momentos soy toda tuya −instalándose en la cama boca arriba, para luego Miguel acostarse junto a ella besándole los labios, el cuello e ir desnudándola poco a poco, igualmente Miguel en pocos minutos se quedó completamente desnudo.
─Oooh, oooh, oooh −gemía Elena en el momento que Miguel disfrutaba de sus pezones─ ¡Qué rico que me chupas las tetas Miguel! Sigue cariño, siiigueee, siiigueee, mmm, mmm, mmm. Disfruta de las tetas de la esposa de tu amigo mi amor.
Estuvo Miguel mamando los pezones de mi esposa por más de diez minutos. Ella disfrutaba plácidamente, resoplaba, gemía sin cesar. Su coño segregaba abundante líquido que humedecía el culo y la sábana de la cama. Esa lubricación es una de las tantas reacciones que me gustan del cuerpo de mi esposa. Es super ardiente. Muchas veces cuando llegaba del trabajo, simplemente con sobarle el inmenso culo por unos segundos ya se estaba mojando. Después de gozar de sus tetas Miguel fue bajando hacia su vientre, específicamente a su coño húmedo y palpitante, estando allí por varios minutos.
−Aaag, ...

... aaag, aaag, riiico, riiico, oooh Miguel, oooh, siento tu lengua en toda mi concha, en mi clítoris, mmm, mmm, mmm, asííí, asííí, hazme gozar como una perra mi amor. ¡Qué bien utilizas la lengua Miguelito! Oooh, oooh, oooh. Lo que se está perdiendo Javier, aaag, aaag, aaag, cuánto daría por verme cachando contigo Miguel, oooh, oooh, oooh…
─Mmm, mmm, mmm −gemía Miguel─ eres una puta Elenita, eres una putita muy arrecha. Ahora te voy a meter la pinga bien adentro.
−Aaay, aaay, aaay, sííí, sííí, sííí amor, soy bien arrecha, mmm, estoy sintiendo tu garrote dentro mío, mmm, mmm, mmm, ¡qué delicioso se siente! Oooh, oooh, oooh, que bien se siente. Sí Miguelito, soy muy cachonda, muy arrecha, ¡no puedo vivir sin una buena verga dentro mío! Oooh, aaah, mmm…
─Elenita, tengo la poronga ensartada a lo largo de tu vagina, se siente rico, muy rico, mmm, mmm, mmm ─Miguel le taladraba la polla en un mete y saca constante y repetitivo.
−Sííí pendejo, sííí, sííí, sííí, me gusta tu verga grande, oooh, oooh, oooh, la siento en todo mi coño, mmm, mmm, mmm, es más grande que la de Javier, aaah, aaah, aaah. ¡Riiicooo, riiicooo!, oooh, oooh, oooh…−disfrutaba mi esposa de la enorme polla de Miguel y a la vez ella gemía, sollozaba, gritaba del excesivo placer que recibía de su amante.
─ ¡Eres una cacherota Elena!, oooh, oooh, oooh, eres una mujer insaciable, por eso Javier no se abastece contigo mi amor, mmm, mmm, mmm, ¿Te gustaría que otro hombre participe y te comas tres vergas en un mismo ...