ESTUDIANTE Y PROFESORA - Relatos Eróticos

ESTUDIANTE Y PROFESORA

... seguramente Ofelia se lo había comentado. Supuse que Ofelia se daría corte con la nena…, y le diría algunas cosas…, sobre nuestra relación…: “yo lo hice. Vos todavía no”. No quiero andar averiguando. Ofelia debe sentirse libre, que no la persigo. Ella es tan maleable en función del sexo, que no vale la pena apretarla por nada, así que le dejo autonomía con Peggy, sin andar averiguando.
La nena varió su vestimenta. De la primera sobriedad, había transformado su “cobertura” en un minúsculo pantaloncito. Creo que mi actitud tuvo mucho que ver. Como siempre, yo con mi libertino estilo…, el pantaloncito de futbol de piernas bien abiertas, para no disimular cuando la tengo al palo. Quiero que la nena lo note.
Tenía a Peggy sentada a mi derecha, y a Ofelia a la izquierda, en la pequeña mesita que usaba para las lecciones, siempre en la habitación “oficina”. En un momento, sentí la pierna izquierda de Peggy contra la derecha mía. Creo que para ella también fue un imprevisto, pero insistió con la caricia de piel contra piel, rodilla a rodilla. Me miró de reojo y sonrió muy levemente. ¡Encontró la manera de levantar la temperatura!
Así fue. La pija se fue irguiendo, el pantalón se estira gracias al volumen que ocupa el choto al crecer. Yo no bajaba la vista. No hacía falta, sentía lo que estaba pasando, lo propio de la calentura. ¡Las ganas de eyacular aumentaban exponencialmente! No tuve más remedio: bajé la mano y apreté el tronco. Giré hacia la izquierda, donde se encontraba ...

... Ofelia, y me levanté, totalmente al palo y con el glande asomándose. Fui casi corriendo al baño. Ofelia vino atrás. 
-¿Qué pasó? – Ofelia siempre atenta.
-La guachita me acaricia la pierna con la suya… y se me paró. Me dio ganas…
-No la desperdicies, sonso. Vení, es el momento adecuado. Ella debe estar tan caliente como vos. Dale el gusto, ¡algo de lo que anda buscando!
-¡No me la voy a coger ahora! 
-Coger no, pero le podés dar otra cosa…, que le va a gustar…, y a vos también… ¡te lo aseguro!
Me llevó hacia el sillón de la sala. Fue a la habitación-oficina…, y al instante apareció con Peggy. La pija está totalmente al palo, sobresaliendo del pantaloncito. 
-¡Mira lo lindo que está Dani! ¡Cómo cuando se la chupo!
	Inmediatamente Ofelia se arrodilló entre mis piernas y se la metió en la boca.
-Vení, probá. ¡Vas a ver qué rica! – La hizo arrodillar, llevó su cara hacia la pija. La nena no tiene reacción en contrario. - ¡Abrí la boca!
Peggy lo hizo automáticamente. No sé si tendría experiencia, pero lo hizo bastante bien. Sentí su lengua acariciando el glande…, y el semen saltó urgente.
-¡Si! ¡Así! ¡Así! ¡No dejés escapar nada! ¡Tragá y déjame un poquito! - Las indicaciones de Ofelia eran imperativas. Peggy se sometió a las mismas. Había puesto sus manos en mis muslos mientras tragaba y luego besó a Ofelia. Las chicas entusiasmadas…
-¡Muy bien tesoro! ¡Lo bien que lo hiciste! ¿Viste que rica es? – Ofelia la alentaba.
-No seee…, es rara…, pero no fea… - Peggy tiene sus ...