Enredados: El despertar de Rapunzel
Fecha: 21/11/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
El sol se ponía en el horizonte, lanzando sus últimos rayos a través del cielo. Rapunzel yacía sobre la cama con sus largos cabellos cayendo por uno de los lados de la cama. La enorme habitación circular de la torre estaba completamente a oscuras, y ya se habían apagado hace tiempo las velas con las que ella miraba el mundo exterior, anhelando las nuevas sensaciones y experiencias que podría proporcionarle.Ella ya tenía la edad en la que la mayoría de las chicas abandonan su casa, consiguen su propi espacio y encuentran un marido, quizá incluso ya tenían hijos, pero esa vida no le estaba permitida.
Las hermosas estrellas empezaron a centellear en el oscuro cielo una vez que el sol se hubo marchado y la única luz que lo iluminaba todo era la de la luna. Rapunzel se sentó y se estiró, buscando a continuación alguna vela. Cuando la encontró y la encendió, suspiró cuando todo lo que iluminaba la pequeña luz era aburrimiento. Las paredes estaban cubiertas de pinturas de cosas que ella había visto y de las que sólo imaginaba cómo serían. Montañas de libros que había leído más de dos y tres veces se apilaban en grandes montones por el suelo de la habitación, y había pilas de libros nuevos por leer al pie de su cama. Los había leído todos, libros sobre flores e historias acerca de carnavales y preciosas princesas rescatadas por hermosos príncipes ¿Por qué ella no podía tocar las flores, aspirar su fragancia o hacerlas crecer? La idea de un carnaval, con gente riendo, bailando y ...
... cantando le pesaba en el corazón ¿Podría alguna vez conocer a esa gente, bailar con ellos o simplemente hablarles? Se preguntaba que harían aquellos dias, quizá viajando y viendo el mundo.
Lo habría dado todo por estar allí, pero mientras se acercaba a la ventana y se apoyaba en el alfeizar, con el aire frio acariciando su piel, recordó que esas personas eran crueles y malvadas. La gente de sus libros no era real, y por las historias que Madre le contaba todos ellos no eran más que unos borrachos, que peleaban entre sí y se hacían daño los unos a los otros mientras sólo miraban por ellos mismos. Ella no querría conocer a esa gente. Pero quería.
Se apartó de la ventana y miró una de las pilas de nuevos libros que había traido Madre, no sabía de dónde los sacaba pero seguramente ni siquiera les prestaba atención, ya que siempre solía irse enseguida. Le llamó la atención un grueso volumen que sobresalía de la pila hacia la mitad y lo cogió cautelosamente, evitando por poco que la pila se cayera y procedió a examinarlo. Elibro con cubiertas de cuero negro le pesaba en las manos, y lo cogió delicadamente mientras volvía a la cama y se sentaba, poniéndo la vela en la ventana para poder leer. Recogió su largo pelo del suelo y lo alzó hacia la cama, poniendo el libro en el suelo mientras lo hacía, sus cabellos dorados resplanecieron a la luz de la vela y recogió de nuevo el libro, acomodó la almohada y miró cautelosamente la portada. Estaba completamente vacía a excepción de unas ...