Después de un pleito fui atendido por madre e hija - Relatos Eróticos

Después de un pleito fui atendido por madre e hija

... manos recorrer mi espalda y pego un brinco!!
Era Andrea desnuda y excitada!!... me besó y aún estaba con aliento a alcohol ingerido en la fiesta.
No había nada que hacer más que cumplir.
Pero para mi desfortuna tan pronto empecé a chupar los pezones erectos  de Andrea estallé dentro de la panocha de su mamá.
ambas hicieron exclamaciones de desilusión. De inmediato me dijeron que se la sacara y mi novia empezó a sobar mi verga toda mojada y semiflácida  mi novia estimulada por el alcohol se metió mi verga a la boca sin importarle que tenía jugos vaginales de su madre.
Me tiré boca arriba para ver como entre madre e hija me mamaban la verga para que no se me quitara la erección.
También compare diferencia de su forma de chupar me trozo de carne.
Andrea excitada me puso su panocha en la cara y yo sentía la boca experimentada de María Rosa que logró poner rígida mi verga de nuevo. Mientras el olor de panocha se me quedó impregnado en la nariz, Andrea se montó en mi verga luego de que su mamá obtuviera primero un orgasmo, al menear sus nalgas en círculos.
Ahora era Andrea que se daba sentones y María Rosa gritaba de placer cuando le chupe el clítoris y apretaba sus nalgas.
Tratando de complacer a las dos hembras esa noche terminé en sus caras echándoles mi leche y a lo que ellas sin ningún tapujo lamían como becerros mi verga escurriendo de semen. 
Fue perturbador ver sus cuerpos desnudos  muy juntos. De hecho por eso sentí que termine muy rápido la primera vez.
Ya era ...

... domingo por la tarde, cerca de las dos y media cuando desperté y  pensando que había tenido un sueño volvía a duchar ya que en mi boca tenía sabor a panocha.
María Rosa estaba en la cocina con una playera muy grande y abajo no tenía nada.
Me saludo como si nada hubiera pasado, pregunte por su hija a lo que ella contestó que no estaba bien se sentía indispuesta.
Y que se encerró en su cuarto, tal vez le remordió la conciencia pensé.
Luego de tomar un refrigerio con la señora sentí que me resucité .
A contrario de la hija ella se sentía muy bien de hecho se veía más sonriente.
Termine cogiéndomela en el piso de la cocina, al ver que sus pezones se saltaban debajo la playera que llevaba puesta.
Le quité la única prenda y le manosee por un buen rato sus nalgas.
Desnudos completamente y perdiendo  todo  el control la estaba cogiendo sobre el piso de la cocina, como animales encelo disfrutamos de ese placer mundano.
Me dí cuenta de que mi chica nos observó pero esta vez solo se dio la vuelta y subió  su cuarto.
Cuando la clama volvió y después de ducharnos juntos me tuve que ir,ya eran cerca de las siete de la noche y al día siguiente teníamos que seguir en la rutina tediosa de nuevo.
A pesar de que María Rosa me saludaba cordialmente cada que me la topaba no quiso volver a estar conmigo hasta que hablara con su hija. Quien por cierto tardó muchos días en volver a dirigirme la palabra.
Aunque todo termino de una manera muy mal, creo que valió la pena estar con ellas y ...