Historia de una Masajista por casualidad - Capítulo 1 - El descubrimiento
Fecha: 28/06/2024,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: La Marta, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... manchar la cama. - Replique. Y sin dejarle tiempo a contestar salí de la habitación apresuradamente a buscar todo lo necesario.
Al volver él estaba tumbado boca abajo, en la cama, sin camisa, tenía los zapatos puestos, se los quite y le pedí que se levantara un momento para poner una toalla abajo, la otra toalla la dejé junto a la cama. Me senté a su lado, eché aceite en mis manos y las puse sobre sus hombros. No sabía muy bien qué hacer, así intenté imitar los movimientos de las imágenes de masaje que venían a mi cabeza. Sus hombros están musculados y duros y él emitía un ruido entre dolor y placer cuando apretaba. Poco a poco fui ampliando mi radio acción por toda la espalda. A veces apretaba, otras pasaba la mano suavemente. Así durante unos 20 minutos, cuando me cansé y le dije:
- Bueno, ya esto cansada y llevo un buen rato. creo que ya me he ganado el turno. - Mientras me secaba las manos con la toalla. Pero él quería más y en seguida me dijo:
- No ahora que empezaba a relajarme, por favor 10 minutos más. - Me decía mientras se daba la vuelta levemente para verme la cara.
- Pero Papá, ya estoy cansada y me duelen las manos. - Dije suspirando.
- Puedes hacerlo más suave, y te doy mi próximo turno también. - Ahí fue la primera vez que me di cuenta del poder que tenía. Mi padre casi suplicaba por solo 10 minutos de masaje.
- Ok, pero solo 10 minutos - Y dejando la toalla otra vez junto a la cama, empecé a recorrer su espalda con mis manos. Más que ...
... un masaje eran caricias lo que le daba y parecía que a él le encantaban.
- Oh, que bien, muchas gracias Marta, eres un sol. Me contestaba mientras apoyaba la cabeza en la almohada de nuevo.
Tras esa sesión quedé confundida, pero también quedé extasiada, había conseguido dos tunos de película ¡ Y en tan solo 30 minutos! Además, aunque dar un masaje resultó ser más cansado de lo que creía, había disfrutado de la experiencia. Con tan solo mis manos había controlado a mi padre. Un hombre fuerte e invencible en mi cabeza.
Esa noche, después de disfrutar de mi evasión con la ficción, al intentar dormir, mi cabeza no dejaba de pensar: - Seguro que puedo conseguir lo mismo del resto, al menos de mi hermano. Él es dos años mayor que yo y la verdad es que siempre consigo liarle cuando hablamos para que haga lo que quiera.
Pasaron un par de días y el sábado, el día que le tocaba a mi hermano, mientras todos desayunábamos en la cocina, me armé de valor y le pregunté:
- Dani, ¿por qué no me cambias tu turno de peli esta noche? - Mientras con mi brazo derecho señalé a mi padre y añadí: - Papá te puede decir que doy muy buenos masajes, ¿A qué si Papá? - Mi padre se puso nervioso y contesto:
- Sí, la verdad es que se le dan bien los masajes a tu hermana - Mientras miraba fijamente al centro de la mesa, como con vergüenza.
A todo esto, mi madre nos miraba a todos con cara confundida:
- Pero, ¿De qué habláis? - Nos preguntaba mientras miraba a su tostada sin ...