1. LA ESTRICTA ABUELA ISABEL. DISCIPLINA. PARTE IV


    Fecha: 30/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: sumisso22@yahoo.es, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... introduciré un par de supositorios…. Vas a estar entretenido en nuestra ausencia… voy a asegurarme no  puedas sacarte los supositorios  - . Observé como se enfundó uno de sus guantes de goma rosa y agarró dos supositorios. Se acercó hasta donde estaba arrodillado con los pantalones bajados. Introdujo un supositorio de manera brusca, lo empujó con dureza entrando hasta el fondo. Sentí un fuerte dolor. Hizo lo propio con el siguiente supositorio. Fue brusca conmigo, lo introdujo fuertemente sin importarla mi dolor. Estaba terriblemente enfadada conmigo debido a mi comportamiento. Colocó mi pañal y lo cerró sobre mi trasero. Ahora no había forma de poder quitarme los supositorios.
    
    -	Te aseguro que hoy el paseo va a ser muy largo. Voy a hacer todo lo posible porque lleguemos más tarde y hasta que no lleguemos no te sacaré los supositorios   - La abuela Isabel cerró la puerta de su habitación y me dejó allí encerrado, inmovilizado en el rincón, amordazado y con los supositorios en mi interior.
    
    
    Era conocedor que el paseo de mi madre y mi abuela era largo. Mi madre andaba despacio, estaba todavía recuperándose. Llegaban hasta la plaza del pueblo, se sentaban, descansaban y posteriormente volvían. Tal como esperaba tardarían al menos una hora en regresar .Ese día el paseo fue aún más largo, se sentaron a tomar un refresco en una terraza del pueblo. La espera iba a ser muy larga.  Puedo asegurar que aquel castigo fue terriblemente doloroso. Los supositorios escocían como ...
    ... guindillas picantes, sentía un fuerte ardor, quemazón y picor dentro de mi culo. El tiempo pasaba y no regresaba la abuela Isabel, no tenía forma de escapar de mi castigo.
    
    La puerta se abrió, ya era de noche. Apareció la abuela Isabel, tan elegante como siempre cuando salía al exterior. Su falda negra, su camisa negra, medias negras y sus inseparables guantes de piel que utilizaba en la calle . Entró sonriendo observando como las lágrimas caían de mi rostro. Se acercó a mí y me tocó ligeramente el rostro con su guante de piel que portaba en la calle. 
    
    -	Espero hallas disfrutado de tus supositorios…. Mañana habrá más…. Cada vez que salgamos de paseo es lo que te ocurrirá. Aunque mañana fabricaré un supositorio más grande, que entre más cantidad. Ya te dije que tengo muchos castigos para enseñarte a obedecer…. Aprenderás  te lo prometo.  - . Sus castigos era mucho más estrictos desde aquella noche que cometí el error. 
    
    
    La abuela Isabel me buscó un trabajo no remunerado. Ella era quien debía pagar la multa económica  por mi último comportamiento inaceptable. Mi madre no conocía aquel suceso, por tanto debía pagarlo la abuela ya que yo no tenía ingresos al no tener trabajo y ser un holgazán. La abuela Isabel decidió que debía de ayudar a uno de sus vecinos. Este señor, Don Miguel, iba en una silla de ruedas y deseaba arreglar su garaje, estaba lleno de trastos y decidió que quería hacer una habitación en él. Él no podía al estar en una silla de ruedas, así que la abuela ...
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