Nicol - Relatos Eróticos

Nicol

Al inicio no le agradaba a Nicol. Nos conocimos en la universidad, por descarte me agregaron a su grupo. Éramos distantes en ese entonces. Nos enviaron a hacer investigación en campo, así que llevaba a todo el grupo en mi coche y la verdad tampoco me agradaba ella, me llamaba la atención por cosas simples, rogaba por que se callara. Agradecí cuando se nos ordenó disolver el grupo para trabajar en parejas. 
Sin embargo al paso de las semanas notaba que no la pasaba bien con su pareja, la abandonaban en las entregas de proyecto, discutían, terminaba por trabajar sola, entre otras cosas. Así que me acerqué a ayudarle y animarla a seguir trabajando. Me confesó que planeaba retirarse del curso por todo lo que ocurría, sus notas bajaban y la mantenían en continuo estrés. 
Desde ese momento le ofrecí ayudarle en lo que necesite y así fue por el resto del ciclo. Empezamos a ser más cercanos, sin embargo manteníamos cierta distancia. 
Al año siguiente nos volvimos a encontrar en otro curso, hablamos y empezamos a conversar por la madrugada mientras cada uno trabajaba en su proyecto. Vi cómo su trato conmigo pasó de ser hostil a ser algo cariñoso, nos buscábamos con la mirada en clase. Bromeábamos, nos acompañamos cuando estábamos solos. Se convirtió en rutina, nos volvimos amigos.
Faltando una semana para Halloween, nos encontrábamos en el patio de la universidad, conversábamos de nuestros planes, ella había sido invitada a una fiesta y planeaba ir con su novio. Yo no celebraba ...

... esas fechas por lo que mi plan era quedarme en casa haciendo trabajos para la universidad. Fue coincidencia que hablé de una discoteca nueva que quería conocer y justo era la discoteca a la que había sido invitada. Me ofreció ir con ellos, pero le dije que no podría. Insistió y le pregunté si iría disfrazada... Mi querida ñoña eligió el disfraz de una serie animada antigua (obviamente solo algo representativo). Acepté ir si terminaba antes mi entrega para la semana. 
Llegó el día y nos encontramos en la puerta del local, Nicol, su novio, sus amigos y yo. Sentía que sobraba, pero con ella animándome la pasaría mejor. Esa noche, esa discoteca se había convertido en Sodoma y Gomorra. Empezó como lo esperaba, música, gente tomando, personas amontonadas bailando. Había estado en otras discotecas, no había nada fuera de lo habitual. Pasando 2 horas, entraron animadores y bailarinas, se elevaron jaulas y la gente empezó a pasar bolsas pequeñas con pastillas por lo bajo, aunque era muy obvio lo que pasaba, pues todos llevaban una a la mano. Fue el momento para salir de ahí. Busqué nuestra mesa en VIP y estaba Nicol y su novio besándose. No quería interrumpir por despedirme, así que esperé la llegada de alguno de sus amigos. 
Cuando pude entrar, estaba por despedirme y noté una bolsita abierta sobre la mesa. Miré los ojos de Nicol y estaba en otro mundo. Me pidió que me sentara con ellos, me preguntó si la estaba pasando bien. Le dije que ya me tenía que ir, me pidió que me quedara un ...