1. Cuando una puerta se cierra…


    Fecha: 24/11/2018, Categorías: Gays Autor: Pidroso, Fuente: SexoSinTabues

    ... silbando animado pero desconcertado a la vez, de Mauri sabía cada vez más cosas y le gustaba, pero no conocía nada ni de su vida sentimental ni de sus gustos, aunque tampoco se pajareaba mucho en esos pensamientos. Tenía la impresión de que con solo pensarlo le estaba siendo infiel a Jordi y reprimía lo que podía su atracción evidente hacia el joven veterinario. Uno de esos sábados, tras cumplir con el ritual de desearle felices sueños desde su ventana, se tumbó a dormir y soñó con Jordi como hacía mucho tiempo. Era además un sueño muy vivido donde su esposo, con su metro noventa, barba poderosa y canosa, entraba en la habitación con su albornoz granate y sentándose en la cama lo despertaba acariciándole la calva para darle un beso dulce y apasionado mientras lo destapaba. Sin dejar de acariciarse acababan por hacer un sesenta y nueve muy placentero. Le encantaba todo el cuerpo de Jordi, tan peludo como él pero ya canoso, y tenía una polla perfecta para chupar, ni muy larga ni muy gorda, con la que no se atragantaba y disfrutaba pasándole la lengua por todos sus recovecos. Además Jordi le practicaba unas felaciones muy placenteras, si abusar del pajeo manual y dedicando mucho tiempo a sus bolas donde tenía una gran sensibilidad. Cuando hacían un sesenta y nueve como el de esa noche el final era el mismo, acababan corriéndose uno en la boca del otro para darse un morreo tranquilo lleno de la esencia de ambos, y mientras se fumaban un cigarro charlaban un rato de su día antes ...
    ... de dormir, normalmente abrazados. Jordi fumando le preguntó por Mauri, a Pere le soliviantó un poco la pregunta pero la respondió al momento, un poco atropellado, justificando ante su marido la relación de amistad que día a día iba ganando con el joven veterinario. Jordi, acariciándole la cara le dijo algo que lo sorprendió y tranquilizó a la vez… - Estimat, no tinguis por perquè t'agradi. Has d'intentar-ho, la vida és un no res. Jo estaré prou content si dones el pas. Viu una mica cony! (Cariño, no te sientas culpable por que te guste, inténtalo, la vida es un instante. Yo estaré muy feliz si lo haces. ¡Vive un poco coño!) Se despertó sintiendo una cálida caricia en su rostro. Estaba tranquilo, muy tranquilo, y con una extraña sensación de felicidad, arropado en su cama y con la luz del sol dándole de refilón filtrada por las blancas cortinas. Se levanto con una energía renovada y a media mañana apareció Mauri con unos libros para devolverle. A Pere le pareció que venía más atractivo que nunca, con unos jeans ajustados azules, una camiseta negra sin mangas y unas converse negras también. Charlando Pere se excitó un poco, se fijaba cada vez más en la boca de Mauri, sus blancos dientes y su forma de sonreir. Sintió unas ganas locas de besarlo y respirando a fondo cortó al veterinario en mitad de una frase dándole un sensual beso que fue inmediatamente correspondido. Mauri se separó un poco para verlo y decir un “¡ya era hora!” sonriendo, para reanudar el beso y las caricias ...