Mi primera experiencia sumisa - Relatos Eróticos

Mi primera experiencia sumisa

MI PRIMERA EXPERIENCIA SUMISA…..
Pienso que cada uno nacemos con una tendencia de carácter en nuestra vida, en nuestra relación social con las personas que nos rodean y por ende con las  parejas que se cruzan en nuestro camino sexualmente hablando.
En mi caso siempre desarrolle por mi situación de hermano mayor, circunstancias sociales y por mi entorno laboral una tendencia de dominio y liderazgo, la cual predominó en mis relaciones sexuales con mis sucesivos parejas.
También pienso que cada uno por las circunstancias que se nos presentan en la vida debemos evolucionar y adaptarnos a todo lo que nos rodea, bien sea para nuestro desarrollo personal o para ir construyendo nuestra personalidad y nuestra felicidad que permita sentirnos bien con nosotros mismos permitiéndonos mayor felicidad y bienestar.
En esta reflexión personal quiero centrarme en la evolución que he sentido durante estos últimos años en mi vida sexual, en este aspecto de la vida como en otros siempre mi tendencia fue dominante, llevar la voz cantante en la relación sexual o como solemos decir en la cama. Mis primeras experiencias fueron más normales, sexo más convencional aunque nunca dejando de lado mi instinto de dominio sobre mi pareja, con el tiempo desarrollé casi por completo esa tendencia de dominio sobre mi pareja poniendo en práctica por completo una relación Amo-Sumisa con todo tipo de juegos sexuales, físicos y mentales que descubrí me hacían estallar de placer. Nunca pensé que habiendo ...

... vivido y sentido esa experiencia con la que evolucione y sentí un alto nivel de placer pudiera dirigirme por otros derroteros tan increíblemente distintos, nunca pude imaginar que pudiera en mi vida recorrer otros caminos tan inmensamente contrarios a mi tendencia natural.
Esta evolución que he ido desarrollando en los últimos años ha sido provocada por ella, cuando se cruzó en mi camino y desde el primer momento saltaron chispas, se creó una conexión muy intensa, ella también con tendencia dominante no fue una pared en la que chocásemos nunca, a pesar de que sí surgieron conversaciones y piques sobre nuestra tendencia y dominio en la relación y en la cama, supimos entender y nunca poner por delante de nuestro placer nuestra forma de concebir el sexo. Empezamos a comprender que nuestra nueva relación en la que el sexo era tan importante, en la que buscábamos dar y recibir el máximo placer y experimentar nuevas prácticas sexuales sin tabúes y rozando el sexo duro y la perversión, no podíamos dominar uno sobre el otro.
Entendimos que el juego que acababa de comenzar en nuestra relación de pareja consistía en dar y recibir, en dominar y dejarse dominar, un día ella mandaría y me follaria duro y a su antojo y otro día sería ella la que se abriría para mi dejándose hacer y teniendo su empotrador personal.
Centrándome en mi evolución personal, sobre la que escribo esta reflexión, pude ir sintiendo en estos últimos años como cada vez necesitaba más sentir ese dominio que ella en ...