Cuernos consentidos segunda parte - Relatos Eróticos

Cuernos consentidos segunda parte

Aquella mi primera experiencia con un hombre había sido más que satisfactoria me había corrido simplemente he tenido una polla dentro del culo había saboreado mi primera lengua polla y leche de un hombre y encima estaba claro que lo había disfrutado. 
Carmen estaba más que satisfecha y no voy a decir nada de Ramón que alababa mi entrega. 
Después de una ducha refrescante para los tres y cenar algo tuvimos nuestros juegos en los que Carmen consiguió unos cuantos orgasmos y en los que yo hice de limpiadora dando placer tanto a ella como a él volviendo a chupar aquella magistral verga y sintiendo el sabor de su leche Ramón a su vez compartió parte de su esperma en un caliente beso y por último recibir el placer esperado de eyacular mientras era follado por él y yo penetraba a mi señora después yo misma limpié su exquisito coño mientras Ramón limpió mi verga. 
La noche la pasaron Carmen y Ramón juntos en la cama donde todavía tuvieron sus momentos de placer a la mañana siguiente fui llamado por Carmen a la habitación para en primer lugar limpiar su entrepierna y después poner a punto la verga de Ramón que después de un buen meneo y varios orgasmos de miembro se corría abundantemente en su coño inglés tetas dejando un reguero de leche que sin que nadie me dijese nada comí empezando por exprimir aquel pollón sus últimas gotas sin duda era mi leche matinal. 
El día transcurrió folleteo tras folleteo una buena siesta y mucha ingesta de leche para mí aunque la bien follada fue ...

... Carmen ya que yo solo recibí un polvo de mi macho alfa mientras fui sodomizada tanto por mi hembra con una arnés como por un cono que tuve insertado prácticamente casi todo el día
Después de ducharnos Carmen me hizo vestirme con otro conjunto de ropa cambiando de arriba abajo incluido peluca.
Ramón_ bueno chicas ir vosotras por delante. 
No sabía no entendía lo que quiso decir pero Carmen y yo abandonamos la vivienda en dirección opuesta a donde habíamos dejado el día anterior nuestro coche. 
Abrió la puerta Carmen y me invitó a sentarme en el puesto de copiloto mientras ella lo hacía en la parte de atrás. 
Las dos íbamos completamente provocativas pero Carmen no lleva ropa interior alguna exhibiendo un buen escote y sus buenos melones y a poco que separaba sus piernas su raja brillante se podía apreciar. 
Ramón tardó como diez minutos venía como muy elegante vestido con un pantalón corto y una camisa todo ello de marca con unos náuticos y unas gafas de sol que la hacían todavía más interesante, cuando entró al coche beso mi boca mientras pasaba su mano por mí ingle acariciaba mi entrepierna por encima de mis braguitas. 
No quise preguntar dónde íbamos no sé si por no saberlo o por sacar mi lado más sumiso. 
Ramón de vez en cuando echaba la mano hacia atrás para tocar la entrepierna de Carmen y darme a mí sus dedos para chupar estaba claro que caliente estaba. 
Para mi sorpresa entramos en lo que era la capital de provincia eran más o menos las nueve de la noche después ...