RAZÓN PARA TENER BOCA
Fecha: 27/07/2024,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... horcajadas.
-¿Ves mamá? – Soledad sonríe.
-Si, ya lo sé. ¡No hubo aguante! ¡El calentón no pudo contenerse! – Diana reía
-¡Jajaja! ¡No fue el calentón! ¡Fue la calentona! ¡No pude contener mis ganas! Dani, con dos palabras, ya me tuvo con la concha mojada…
-¡No le hagás caso! Tu nena exagera… - Yo trataba de mediar la situación.
-¡Jajaja! ¡No digas nada! ¡Conozco a mi hija! – Diana se acercó al sillón donde estamos ensartados. Es el momento de mostrarle a la madre.
-¡Mirá mamita! Es el momento propicio. – Soledad me abraza por el cuello, yo la sostengo desde la cintura, sintiendo sus hermosas tetas contra mi pecho. Con sus pies hizo presión hacia arriba, ayudándose con los brazos. La cabalgata es exquisita. Siento el húmedo salto de la nena sobre mi pelvis: ¡chof! ¡chof! ¡chof! Diana está a nuestro lado, acariciando nuestros cuerpos y nuestros cabellos. La nena tiene los ojos cerrados. Yo miro con atención los bellos ojos de su mamá, quien sonríe tiernamente.
-¡Papito! ¡Papito! ¡Me vieneeee! – Sole se sacudió apretándose contra mí, sus brazos y sus muslos. Sin la menor duda, arrastró mis deseos, y le sacudí dentro de su concha cinco o seis chorros de semen. Diana nos abrazó a ambos, besándonos en los cabellos… ¡Qué hermoso gesto de amor!
-¡Mis tesoros! ¡Qué hermoso es verlos y sentirlos en el placer del orgasmo! – Los besos de Diana llenaron nuestros rostros… - Despacito mi amor. Levantate despacito, pero quedate sobre las piernas de Dani. – La mamá se arrodilló ...
... entre mis piernas, bajo el culo de Soledad.
Es lo obvio. La boca de Diana se pegó a la concha de su hija. Sorbía los flujos de Soledad y mi semen. Varios minutos…, los necesarios para dejarla “cuasi” seca. Cuando terminó con su hija, se dedicó a mi pija: ¡la dejó impoluta!
Diana no quiso quedar a la mitad. Se incorporó y se bajó los pantalones.
-Haceme lugar. - Inmediatamente se montó sobre mí. - Ya se papito que ahora no vas a acabar…, pero yo si… ¡Refregame bien!
La tomé de los glúteos y la movía, atrás, adelante, arriba, abajo… La pelvis de Diana se refregaba magníficamente bien sobre mí. Desgraciadamente seguía vestida sobre la cintura. Metí mis manos y tomé las tetas…, pero no las podía chupar. Diana se mueve ardientemente. Me besa y me habla al oído…
-¡Ay! ¡Papito! ¡Acabo, acabo! ¡ACABOOOOO! – Se mandó tremendo orgasmo. Ahora fue Soledad quien se arrodilló bajo el culo de la madre. Lamía todo lo que podía, sobre los muslos de Diana. Cuando ella se levantó fue a la concha… y al final, se dedicó a mi pija. ¡Quedamos limpitos!
-¡Esto es solidaridad familiar! – Soledad se irguió riendo y besándonos a ambos.
-No, no… ¡Nos falta Amada! ¡Hay que darle el gusto! – Diana seguía sobre mis piernas, aunque no enterrada… - Papito… ¿desvirgarías a mi nena?
-Lo haría, si, siempre que ella esté de acuerdo…
-No sólo está de acuerdo… ¡está desesperada para que llegue el momento!
-Siiiii…, pero ella no me conoce…
-Te conoce por nuestras referencias…, ¡totalmente de ...