RAZÓN PARA TENER BOCA - Relatos Eróticos

RAZÓN PARA TENER BOCA

Luego de algunos minutos, intercambiamos miradas llenas de voluptuosidad. Diana sonrió y se agachó bajo el mantel. Yo estoy tan excitado y con tanta calentura, que sé que tardaré muy poco en eyacular. Mi pija seguía expuesta y “casi” dura. Diana acercó su boca y la escupió. Miré hacia abajo y vi el rostro de Diana encendido e hirviendo. Con las miradas nos comimos. Seguro que no iba a aguantar mucho, sentí tal excitación que el orgasmo ya andaba cerca, aun cuando ella todavía no había empezado. Me agarré de la base del tronco y apreté. ¡No quiero perderme lo mejor! ¡Además quiero saber cómo mama! 
Pasó la lengua por el glande sin dejar de mirarme. Abrazó el glande con sus labios y se deslizó hacia abajo, introduciendo la pija en la boca hasta donde pudo, como haciendo una primera prueba, un primer intento. Diana rodeó el tronco con la mano y la deslizó unos minutos, después pasó la lengua desde donde está mi mano, hasta el glande para volver a engullirla con entusiasmo. Ahora sólo usaba la boca, entrando y saliendo, auto cogiéndose, mirando casi visco cómo respondía a su buen hacer. Entonces agarró mis testículos y los movió hacia arriba y abajo, viendo como la pija se movía erecta y tentadora. La agarró y se dedicó a una paja, subiendo y bajando la mano, girando espiral por todo el tronco, lamiendo el glande y mirando hacia arriba, donde estaba mi rostro. 
Siguió masturbando con vigor, y volvió a meter el glande en su boca, lamiéndolo con entusiasmo. Va intercambiando ...

... los movimientos, introduciendo la pija en la boca hasta donde fuera, y volviendo al glande para acariciarlo entre sus labios. Me sentí notablemente cerca de la eyaculación, sintiéndome incapaz de contener más. Retiró la pija de la boca, mirando cómo se sacudía, como un resorte ante sus ojos. La pija quedó completamente erecta, recobrando la posición vertical con mi mano en la base del tronco. Diana optó por volver a introducirla en la boca, esta vez con ansiedad, esperando la sacudida.
Chupó con destreza, subiendo y bajando la mano sin sacar la pija de su boca. Me tomé de los bordes de la mesa, sin dejar de mirar como la pija se perdía en la boca de “la patrona”, inclinando hacia delante mi cuerpo, y empecé las sacudidas, mientras ella apretaba sus labios. Largaba los chorros de semen conteniendo mis gemidos. Al sentir el semen en la boca, Diana bajó el ritmo, suavizó las formas sin dejar de mamar, masajeando la pija con su boca. Tragó todo lo posible, y luego lamió con la lengua todo el tronco, mirándome a los ojos, con una carita de poema. Siguió dando lamidas hasta dejar la pija impoluta, ya achicada. Se levantó y se sentó mirándome a los ojos.
-¿Te gustó? – Ella sabe la respuesta. Me comía con sus ojos. 
-¿No sentiste mi placer en cada uno de los chorros de semen?
-¡Jajaja! ¡Por supuesto! ¡Riquísimos! 

	Terminamos tranquilos con la cena, firmé la factura, y nos levantamos. Salimos abrazaditos y caminamos los metros hacia el hotel. En ese breve recorrido vimos entrar ...